Marruecos impide la entrada a El Aaiún de ocho activistas

Un grupo de activistas españoles de la Plataforma de Apoyo al Pueblo Saharaui se negó ayer a desembarcar en el puerto de El Aaiún, capital administrativa del Sáhara Occidental, «hasta que la Policía marroquí garantice la seguridad». Anselmo Fariñas, uno de los ocho activistas que se encuentran a bordo del barco, cuya bandera es española, aseguró que «es imposible bajar del buque mientras decenas de colonos marroquíes nos están amenazando y lanzándonos palos».

Fariñas, miembro de la Plataforma Canaria de Apoyo al Pueblo Saharaui, informó de que el objeto de este viaje es mostrar su solidaridad con el campamento que miles de saharauis han levantado a unos 18 kilómetros al este de El Aaiún para protestar por su situación socioeconómica. Asimismo, los activistas pretendían visitar a la madre del menor Nayem Elgarhi, de 14 años de edad, que murió por tiros de agentes marroquíes hace una semana en un incidente registrado a la entrada de ese lugar. «Estamos intentando negociar con las autoridades que nos garanticen nuestra seguridad física para llevar a cabo estas dos misiones», dijo el activista, quien aseguró que de no conseguirlo, volverían a Canarias en el mismo barco.

«Peligro»

El presidente de la Asociación Sáhara Marroquí (ASM), Reda Taujni aseguró que es «un poco peligroso para ellos salir del barco», después de «haber provocado con signos de la victoria desde la cubierta» a los manifestantes, que calculó en cerca de 200. Algunos de estos activistas canarios participaron, a finales de agosto, en una manifestación de apoyo al pueblo saharaui en El Aaiún que concluyó con al menos seis heridos por los golpes supuestamente propinados, según su versión, por policías marroquíes vestidos de paisano.

La presidenta de la Asociación Canaria de Amistad con el Pueblo Saharaui, Conchi Reyes, que se hallaba retenida, subrayó que cuando llegaron al puerto de El Aaiún, se encontraron con una manifestación frente al barco y en la que había colonos «disfrazados de saharauis», lo que calificó de «montaje increíble».

La diputada de Coalición Canaria por Tenerife, Flora Marrero, consideró «intolerable» la situación. «Es una maniobra más del Gobierno marroquí para impedir que ciudadanos canarios se manifiesten con total libertad», señaló Marrero, quien aseveró que Rabat intenta «secuestrar la realidad» con los impedimentos puestos a los periodistas.