Explota un artefacto al paso de un blindado español en Afganistán

La protección del blindado RG-31 permitió que tres militares españoles tan solo sufrieran «dolores leves» tras explotar ayer un artefacto al paso de su vehículo en Afganistán. El incidente se produjo ayer por la mañana durante una patrulla de reconocimiento del Ejército español y el estadounidense cerca de la localidad de Muqur, en la provincia de Badghis.

El Ministerio de Defensa informó de que el artefacto explosivo improvisado fue activado por la insurgencia en una ruta de paso y señaló que la caja del blindado respondió «adecuadamente». Tras la deflagración los militares aseguraron la zona y atendieron a los tres soldados que viajaban en el vehículo y que presentaban «dolores leves». Los RG-31 están dotados de un monocasco de acero que permite expandir la onda lanzada por una mina o explosivo.

Desde el pasado mes de marzo, las tropas españolas operan en Afganistán con los nuevos blindados RG-31 y con los blindados medios LINCE. Ambos vehículos, que sustituyeron a los antiguos BMR, ofrecen una mayor protección contra las minas y frente a este tipo de artefactos improvisados. El contingente español cuenta sobre el terreno con 63 blindados RG-31 y 108 vehículos LINCE.

El despliegue de estos nuevos vehículos fue posible gracias al plan de renovación de blindados, puesto en marcha en 2007 por el Ministerio de Defensa, que supuso la adquisición de 575 unidades y una inversión de 320 millones de euros en distintas fases.

El pasado 1 de febrero, el soldado John Felipe Romero Meneses, de 21 años, fue el último militar español en perder la vida por la explosión de una mina anticarro. Romero Meneses viajaba en un blindado BMR junto a otros seis compañeros que resultaron heridos. Dichos blindados, de 30 años de antigüedad y que no estaban diseñados para resistir ataques con artefactos explosivos, pese a sus posteriores actualizaciones, fueron retirados de forma definitiva un mes después del atentado.