![](/cadiz/prensa/noticias/201010/31/fotos/3692847.jpg)
INMORTALIDAD EN VIDA
'2036 Omena-g' de Joglars cierra en el Falla la XXV edición del FIT
CRÍTICA DE TEATRO Actualizado: GuardarAño 2036, los actores y actrices de Els Joglars, ahora decrépitos, y melindrosos ancianos, se hallan relegados en un asentamiento geriátrico destinado a artistas jubilados. Una especie de plató de TV sirve de único escenario para que asistamos a la que se supone será la última representación de la compañía. Con este planteamiento situacional, los catalanes se parodian a sí mismos dando la vuelta a lo que se supondría un homenaje, pues en vez de mirar atrás, se proyectan e imaginan 25 años después del 2011, año este en el que se cumplen realmente sus 50 años de trayectoria.
Fieles a su estilo irónico y sarcástico para con todo tipo de instituciones y estamentos, Els Joglars nos invita a ver el futuro de una sociedad española que ha evolucionado en algunos aspectos e involucionado en muchos más. Como suele ser habitual en sus montajes, destrozan y vapulean -siempre en clave de humor con su mordaz tijera-, a personajes de la intelectualidad, la farándula y la política. La España del 2036 según Boadella, es una federación en la que impera el eurodólar y se habla un peculiar esperanto producto de la mezcla de otras lenguas. Es también una sociedad a merced de la publicidad en la que los bancos se encargan ahora de proveer todo tipo de servicios, tanto sociales como comerciales. Las hilarantes y divertidas secuencias nos llevan de la risa a la emoción, en un ambiente de complicidad máxima entre actores y público, llegando a percibir incluso, el encanto y la pasión con la que el reparto acomete su trabajo. Pero sin duda, lo más impresionante de este espectáculo radica en el verdadero tributo que se rinden a si mismos y a la profesión, gracias a la muerte que sueña todo actor romántico y que se sucede en las tablas, como le sucediese al mismísimo Molière, que vestido de amarillo falleció en mitad de una representación, y que dió pie a la conocida superstición de que este color trae mala suerte. Así, ésta magnífica compañía nos toca el alma de forma tremendamente evocadora y poética recordándonos a aquella troupe de cómicos de 'El séptimo sello' de Bergman, que se salvan de la muerte pasando a la posteridad, abrazados al espíritu de sus personajes.