Hillary gestiona con «eficacia» la agenda internacional de EE UU. :: ap
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La extraña pareja

Hillary Clinton muestra una lealtad sin fisuras al proyecto del actual presidente, pero no pierde de vista sus opciones de llegar a la Casa Blanca algún día

NUEVA YORK. Actualizado: Guardar
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A los que albergaban serias dudas de que Barack Obama y Hillary Clinton fueran capaces de aparcar sus diferencias y forjar un buen tándem dentro de la Casa Blanca, el tiempo ha demostrado que han sabido coordinarse a la perfección, desplegando altas dosis de tacto para no robarse protagonismo uno al otro y creando unos lazos de confianza que han resistido cualquier especulación malintencionada.

Dos años después de batir a su contrincante en las primarias, el presidente tiene motivos de sobra para seguir mimando la relación. El más inmediato es que la ex primera dama se ha ganado una buena reputación como eficaz gestora de la complicada agenda internacional del Gobierno estadounidense. Aunque los logros tangibles son pocos, la mayoría de los analistas valoran positivamente el manejo de la situación en Oriente Próximo, aunque aquí el mérito tenga que compartirlo con los experimentados negociadores que integran su equipo.

La otra razón por la que Obama debería suspirar por mantener a Hillary en su proyecto tiene que ver con la popularidad de ambos entre los norteamericanos. Mientras la del mandatario no para de caer, la de la secretaria de Estado está en lo más alto de los miembros de su Gabinete. Ante semejante disparidad, las interrogantes sobre qué hará cada cual en 2012 han comenzado a aflorar.

El primer rumor de que Clinton vería recompensado su buen hacer con un ascenso -algo que implicaría dejar de lado sus propias ambiciones por la presidencia- lo deslizó el prestigioso periodista Bob Woodward ante las cámaras de la CNN a comienzos de octubre, cuando se hallaba en plena promoción de su último libro, 'Las guerras de Obama'. Sin remitirse a ninguna fuente, pero con la solvencia que da ser uno de los reporteros que destapó el 'Watergate', Woodward soltó que el relevo del vicepresidente Joe Biden por Hillary «está sobre la mesa». La jugada serviría, además de para reforzar el 'ticket' demócrata en las próximas presidenciales, para colocar a la jefa de la diplomacia de EE UU en una posición inmejorable para la convocatoria de 2016, especuló el escritor.

El dato fue desmentido de inmediato por la Casa Blanca. «Seleccionar a Joe Biden ha sido una de las mejores decisiones que ha tomado el presidente», declaró el portavoz, Robert Gibbs. Con la misma prontitud se despachó Hillary, que alabó su gran relación con el vicepresidente. «No tengo ningún interés en hacer ninguna otra cosa que no sea desdeñar esas historias y pasar a otro asunto. Tenemos mucho que hacer y creo que los dos estamos muy contentos en nuestros puestos», sentenció.