«Siento más responsabilidad, quizás porque ha sido fruto de un momento desdichado»
Rosa Torres Presidenta del PSOE-A La nueva portavoz de los socialistas andaluces habla sobre su papel más activo en la dirección del partido tras la crisis de Velasco
SEVILLA. Actualizado: GuardarGriñán la bautizó como la «voz suave» en el congreso extraordinario de marzo que le aupó al liderazgo del PSOE andaluz. Ya entonces, el secretario general de los socialistas andaluces quería que la nueva presidenta, Rosa Torres Ruiz (Antequera, 1959), asumiera un papel más activo en el partido, no el meramente decorativo. Una idea que ha reforzado en la salida de la crisis interna por la dimisión de Rafael Velasco. Rosa Torres será la portavoz del PSOE y coordinará la labor del partido y la relación de este con el Gobierno y el Parlamento. La ex consejera de Cultura reconoce en esta entrevista que estará en la toma de decisiones del núcleo duro del PSOE andaluz.
-Su papel es algo insólito en el PSOE, nunca antes un presidente ha sido su portavoz y tampoco ha tenido mando, ¿en qué consiste realmente su cometido?
-Efectivamente antes no lo ha habido. Aunque en el caso de Petronila Guerrero (su antecesora) sí tenía un papel más activo que los anteriores. El secretario general, Pepe Griñán, ya quiso en marzo que como presidenta estuviera presente en algunos espacios, ahora lo voy a estar en todos. Mi papel va a ser algo más ejecutivo. Voy a estar al frente de la coordinación interna del partido, en la coordinación con el Gobierno y cara a los ciudadanos, para darles cuenta de las decisiones del partido que les afectan.
-¿Estará entonces en la toma de decisiones del núcleo duro?
-De eso se trata, pero ya sabe que el secretario general siempre ha querido que se trabaje en equipo. Rafael Velasco, Susana Díaz y yo hemos funcionado muchas veces como dirección colegiada, ahora se trata de pasar de algo de hecho a derecho.
-¿Debe entonces el reglamento interno del PSOE-A modificarse para recoger su nueva responsabilidad?
-Sí, el reglamento va a poner por escrito las nuevas funciones.
-Hace ocho meses era consejera de Cultura, luego presidenta del PSOE-A, algo que parecía más bien un puesto decorativo y ahora Griñán la coloca en el núcleo duro del partido. ¿Cómo ha asumido el nuevo giro en su carrera política?
-Como siempre hago las cosas, con responsabilidad. Insisto en que ya antes participaba en la dirección. Lo de portavoz sí es algo nuevo. Quizás me sienta con más responsabilidad que antes porque ha sido fruto de un momento desdichado.
Horas de tristeza
-¿Cómo ha vivido esa semana de crisis en el PSOE por la dimisión de Rafael Velasco?
-Con tristeza y dolor. Me lo contó Susana (Díaz) por teléfono. No cambié la agenda, pero estuve al tanto del teléfono. Fue un mazazo cuando a media tarde (del martes) me dijeron que no había manera de convencerlo (para que no dimitiera de diputado y de vicesecretario general). Al principio lo sientes en clave humana, por su situación, pero a medida que pasan las horas vas reflexionando y analizas lo que significa para el partido, pasas a lo absolutamente político. Fueron horas de tristeza, no tenía que terminar de esta manera.
-¿Piensa como ha dicho Griñán que en su lugar no hubiera dimitido?
-Como dice Pepe Griñán, nunca se sabe. Me he visto agredida en temas familiares, pero con hijos a otras edades. No se cómo lo haría en una situación en la que el perjuicio era poder perder un hijo. Lo peor es que no había materia para que haya tenido estas consecuencias. Se trataba de la publicación en un medio ( 'El Mundo' sacó a la luz las ayudas de la Junta a la empresa de la mujer de Velasco), y del acoso del PP en paralelo. Pero desde el Gobierno y desde el Parlamento se contestó que no había ilegalidad, ni irregularidad alguna. Insisto, no había materia para el desenlace que ha habido. Pero hay una parte de esta historia que no conocemos, y es cómo lo ha vivido su mujer, las llamadas que ha recibido, que la miren y señalen por la calle, que vea la foto de su empresa en los medios, y que un embarazo reciente pase a ser de riesgo. Todo ello sin que se le pueda acusar de nada ilegal. Todo eso sólo lo puede calibrar el que lo está viviendo.
Aguante en política
-¿Hace falta mucho aguante para permanecer en política?
-No se sabe hasta qué punto. En la política normal hay que tener aguante cuando, por ejemplo, te enfrentas a un problema y ves que no lo puedes resolver. Si a esto se añaden modos y formas de comportarse de los adversarios que se pasan del límite, es decir, de la legalidad, entonces tenemos que reforzarnos para que no se quiebre el sistema democrático. Los conservadores y su entorno han decidido que cualquier modo sirve para desalojar a los socialistas, les da igual cuáles son las consecuencias, como si se lincha a una persona sin garantías. Y eso no debe ser así.
-¿Cree que para no llegar a eso se deberían clarificar aún más las relaciones económicas entre los políticos y la administración?
-Hemos ido dando pasos. Yo no sé si ha habido un Parlamento antes que el nuestro en aprobar un registro para que de forma transparente se conozcan los bienes de los diputados, lo que tenían antes y después de entrar en la Cámara. Por cierto, el PP se opuso a ello. Insisto, en este caso concreto, el Parlamento dijo que no había irregularidad ni incompatibilidad. Pero parece que para el PP, los socialistas, además de no poder tener bienes para que no parezcamos sospechosos, tampoco vamos a poder tener familia.
Inacción y cohesión
-¿Es este el 'annus horribilis' de Griñán como dicen algunos? Le llueven las crisis por todos lados.
-La nuestra es una organización que ha tenido un largo periodo con pocos altibajos, pero cuando se produce el cambio de dirección que ha habido, lo lógico también es que se tarde un tiempo en ser ajustado. Esto está coincidiendo con la crisis económica, lo que lo hace todo más complejo. Pero los socialistas estamos hechos para el montañismo, nos crecemos ante las dificultades.
-¿Quería hacer Griñán un revulsivo en el partido como el de Zapatero con Iglesias y no le han dejado los secretarios provinciales?
-Eso no es lo que yo conozco.
-Pero los secretarios provinciales sí han presionado con nombres cuando se planteó buscar un sustituto a Velasco
-Eso es lógico, cada uno intenta aportar lo que ve mejor. Eso llega hasta donde interesa al colectivo. Si puedo aportar, lo intento, pero si lo que me ponen por delante es bueno para todos, lo acepto. Lo contrario sería inacción. Pero una cosa es inacción y otra cohesión, que es lo que finalmente ha habido.
-¿Va a haber una bicefalia entre Susana Díaz y usted?
-No, va a haber un equipo.
-¿Cómo definiría a la secretaria de Organización y número dos del partido?
-Como una trabajadora incansable y una mujer con sobrada experiencia política pese a su juventud.
-¿Cómo es su relación con ella?
-De compañeras con esfuerzos y capacidades en la misma línea. Nos llevamos bien. Nos complementamos.