El fiscal mantiene que se torturó a Portu y Sarasola

El fiscal jefe de la Audiencia Provincial de Guipúzcoa mantiene su solicitud de entre dos y tres años de prisión por delito de presuntas torturas para cuatro guardias civiles que tomaron parte en la detención de los miembros de ETA Igor Portu y Mattin Sarasola en enero de 2008 en Arrasate y la acusación de un delito de lesiones para otros seis.

El representante del Ministerio Público cree que la versión de los hechos ofrecida por los guardias civiles es «cualquier cosa menos plausible y creíble» y que las lesiones que Portu y Sarasola presentaban tras su detención no proceden «de ninguna manera» de un forcejeo sino de una «acción reiterada, continuada y unilateral» por parte de los agentes del instituto armado.

El informe de conclusiones se dio a conocer en la cuarta y última sesión del juicio a quince guardias civiles acusados de presuntas torturas a Portu y Sarasola que se ha celebrado esta semana en la Audiencia de Guipúzcoa. El juicio quedó visto para sentencia.

En la sesión de ayer, declararon médicos forenses y también presentaron sus conclusiones la acusación particular y los abogados de la defensa. Estos últimos consideraron que las lesiones que presentaban los etarras sí son compatibles con la versión de la detención violenta que relataron los procesados y achacaron al fiscal de preocuparse «solo» por encontrar elementos probatorios de signo incriminatorio. «No ha actuado con objetividad en la instrucción», añadieron los abogados de la defensa, que piden la absolución de los acusados. La acusación particular mantiene su petición de entre 6 y 17 años de prisión e inhabilitación para los guardias civiles, a quienes acusa de «tortura y otros delitos y faltas», y solicita la misma responsabilidad para los 15 acusados, porque estima que «hay una unidad en los hechos» y no caben «distinciones».