Un riñón por 50.000 euros

Hace unos años dormía en una cama de dos por dos con un colchón de látex que mandó hacer a medida. Hoy pasa las noches en un sofá de dos plazas en casa de su hermana. Así lleva cuatro meses. «Me duele todo el cuerpo», se queja. Con el desplome del ladrillo también se vino abajo todo lo que este soldador había conseguido hasta entonces. Dejó de entrar dinero en casa y comenzaron los problemas con la que era su mujer. «Ganaba hasta 3.000 euros al mes y nos acostumbramos a vivir muy bien», recuerda este malagueño, que hoy, en paro y recién salido de prisión «por una pelea que tuve con mi mujer», sólo recibe una paga por excarcelación de 426 euros al mes, «y tengo que pasarle 150 euros a mi hijo de nueve años para su manutención», aclara. Sin casa, -«se la quedó mi ex»-, vive con su hermana, que le acoge desde que salió de la cárcel, pero siente que es una carga para ella y su familia: «estoy estorbando, ellos tienen su vida y yo no tengo a nadie más». Después de echar decenas de currículums y no obtener respuesta, ha optado por poner a la venta uno de sus riñones a través de una página de anuncios en Internet. Se lo dará al mejor postor, aunque lo valora «en 50.000 ó 60.000 euros». Eso sí, está dispuesto a negociar el precio, aunque advierte de que ha visto casos «en los que se piden hasta 150.000 euros». Colgó el anuncio hace unos días y sólo ha recibido la llamada de este periódico, al que confiesa que tiene miedo, aunque está «desesperado». «Nunca pensé que llegaría a esto, pero es la única forma que veo de salir adelante. Me agobia la situación en la que estoy, no puedo seguir viviendo así», asegura angustiado J. L. D., que prefiere permanecer en el anonimato, ya que su familia desconoce sus intenciones.

Como él, otras muchas personas, arrastradas por la crisis económica, han colgado anuncios en Internet en los últimos tiempos para desprenderse de un órgano a cambio de dinero. Actualmente, hasta que entre en vigor el nuevo Código Penal, en diciembre de este año, los anuncios de este tipo están prohibidos en España, pero no tipificados como delito, algo que cambiará en unos meses. El tráfico de órganos, sin embargo, sí está penado por ley en nuestro país, donde según el coordinador de transplantes del sector Málaga, Miguel Ángel Frutos, es rotundamente imposible que ocurran estas cosas porque, aunque poner un anuncio es muy fácil y barato, aquí está todo muy regulado y sólo se hacen trasplantes en hospitales públicos. Un trasplante es una de las operaciones más complejas.