POSESIÓN
Actualizado: GuardarHay que ver -exclama extrañado Pepe- lo tranquilo que algunos se quedan cuando les dicen que el Cádiz mantuvo la posesión del balón durante la mayor parte del partido! Este comentario, que hemos escuchado tantas veces en esta incómoda temporada, es un consuelo que, a mi juicio, posee escaso valor terapéutico. Hemos de tener claro que los partidos de fútbol no se ganan, como ocurre en el boxeo, por puntos sino logrando que el balón penetre en la portería adversaria más veces que en la nuestra. Es posible que, aunque todos los aficionados conocíamos la teoría de que no iban a resultar fáciles las victorias, hemos tenido que esperar que los partidos la confirmaran. Me refiero al hecho tan obvio de que, en esta división de bronce, aunque es cierto que algunos equipos son superiores al Cádiz, otros poseen una calidad similar y otros son peores, para ganar a cualquiera de ellos es necesario luchar durante los noventa minutos. Los cuatro últimos partidos han servido, entre otras cosas, para que los optimistas se den cuenta de que, por mucha suerte que acompañe al equipo amarillo, todavía es demasiado pronto para sentirnos campeones; los pesimistas también habrán llegado a la conclusión de que, si se sigue jugando de esta manera, el ascenso será imposible. Todos hemos de evitar caer en la jactancia de pensar que el equipo amarillo está situado en un escalón superior al de los demás. En el fútbol, igual que en la vida, el realismo es un remedio eficaz para que, huyendo de las prisas y de la ansiedad, evitemos las amargas frustraciones. La clave reside en aceptar serenamente los hechos que son irremediables sin dejarnos arrastrar por una tristeza incontrolada o por un enojo desmedido. Si asumimos la realidad, será más fácil mantener la serenidad, el autocontrol y la visión positiva de los hechos, incluso en las situaciones menos favorables. Esta visión realista es la mejor arma para digerir las derrotas.