EXPULSIONES INEXPLICABLES

Casi por casualidad conecté el domingo la televisión cuando se producía la salida del campo en camilla de Miguel García tras su desvanecimiento en pleno partido contra el Betis. Viendo las caras de desolación de sus compañeros ya se preveía que la cosa había sido grave. A todos se nos vino a la memoria la desgraciada y fulminante muerte de Antonio Puerta o el desvanecimiento inexplicable de Rubén de la Red en pleno partido. Viendo luego las imágenes completas se nos ponía la carne de gallina al ver como, sin ningún motivo aparente, Miguel caía como un fardo sobre el césped. Inmóvil, y boca abajo, hacía presagiar lo peor pero, gracias a la rapidísima reacción de los servicios médicos presentes en el campo, se efectuó una reanimación de urgencia recuperando al jugador para su traslado al hospital. Parece milagroso que en el propio césped y con la celeridad que lo hicieron pudieran, en menos de un minuto, sacar adelante un caso tan difícil. La preparación de esos profesionales es, sin duda, digna de encomio y no hay palabras para describir su eficiencia. Por todo esto me resulta inexplicable como en muchas ocasiones hay árbitros que de una manera irresponsable sancionan con una tarjeta roja a los médicos de los clubs que presencian el partido desde el banquillo. Fui testigo, no hace muchas jornadas, de la expulsión, no sabemos porque, del Dr. Fernández Cubero, del banquillo del Cádiz obligándolo a abandonar su puesto a pié de campo. Si se hubiera presentado un accidente como el del pasado domingo en Salamanca su ausencia podría haber sido vital ¿No piensan en esto? Ya hemos visto este hecho, inexplicablemente, en muchas ocasiones y hay que ponerle remedio porque, y a la vista está, la vida de muchos deportistas puede estar en peligro y ¿Quién sería el responsable?