El espejismo Karim Benzema
El introvertido y taciturno delantero francés no se ha adaptado al Madrid y amenaza con convertirse en un nuevo caso Anelka Su mal partido en Murcia vuelve a desatar las críticas sobre su rendimiento
MADRID. Actualizado: GuardarLa cara es el reflejo del alma. Y el rostro de Benzema durante todo el encuentro ante el Murcia, y en especial, en el momento de ser sustituido por Higuaín, no pudo esconder su frustración. Veía pasar una nueva oportunidad para demostrar la valía. Tenía la responsabilidad de ser el referente ofensivo ante un Segunda B, pero acabó el choque totalmente perdido y desconcertado. Una sensación que le acompaña desde que 15.000 entusiastas aficionados acudieron, hace algo más de un año, a la presentación del prometedor delantero en el Santiago Bernabéu. Las esperanzas puestas en el ariete francés se han desplomado.
Pero, ¿por qué Benzema no se ha adaptado al Real Madrid? No existe un motivo claro. Mourinho intentó darle confianza nada más llegar al banquillo blanco. Dos de sus objetivos personales eran recuperar a Kaká -la lesión lo ha impedido- y Benzema. El técnico portugués ha alabado públicamente al delantero francés. Le ha defendido en cada rueda de prensa para elevarle su frágil moral. Le ha dado minutos, pocos, para que cogiera confianza y se sintiera partícipe del grupo. Pero los resultados no han cambiado y las oportunidades se le terminan. Tampoco puede quejarse del apoyo brindado por sus compañeros. «Benzema tiene una calidad muy grande. Por ser tan bueno la gente está exagerando, poniendo una presión que no hay. Todos los jugadores pasamos por rachas buenas y malas». La afirmación de Marcelo ayer es el último ejemplo del respaldo del vestuario.
El fichaje de Benzema tampoco fue un capricho. El jugador galo llegó al Madrid con 22 años avalado por sus números. En sus cuatro temporadas en el Olympique de Lyon había marcado un total de 67 goles y conquistado cuatro campeonatos. Tenía experiencia en la 'Champions' y la responsabilidad de guiar a un equipo ganador como el Lyon. Varios clubes europeos se rifaban al pichichi y mejor jugador de la Liga Francesa de 2008, pero los 35 millones de euros del Madrid fueron irresistibles para el conjunto galo.
Parece claro que a un jugador capaz de anotar 32 goles en la Liga Francesa en una temporada no se le puede olvidar marcar para siempre. Sin embargo, lo que en otros equipos sería una preocupante sequía, la presión y exigencia del Madrid lo transforma en una crisis terminal. El carácter introvertido y taciturno del jugador hace el resto. Y no para bien. Ya tuvo problemas de comunicación por el idioma. Ahora, la incomprensión sigue latente en el terreno de juego. Su situación supone una pérdida en lo deportivo y en lo económico. Benzema es un espejismo de quien se suponía debería ser.