Sociedad

MALDITO CORAZÓN

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Enfrentarse a un espectáculo inquietante como en este caso, hace difícil el arranque de cualquier comentario, pues se tiene la sensación de estar cometiendo cierta traición al suplantar o plasmar en palabras, la experiencia misma del Teatro. Influye también en esta sensación, la imposibilidad de desvelar toda la avalancha de sensaciones y reflexiones que han removido nuestras consciencias luego de presenciar un buen trabajo.

Ante nosotros un hombre y un bloque de hielo; palabras, historias, -sus historias-, contadas a veces en tercera persona pero nunca alejadas de la afectación propia de quien quiere ocultarse diciendo que 'a él' le pasó tal o cual cosa. Con nosotros 'Tomás Dolorido', (posible traducción de Tom Pain), con su particular monólogo, que nos invita a conversar sobre lo que torpemente es su visión de la vida. A raíz de escuchar quizás, lo que le susurran o gritan los surcos de su corazón herido, y con un grado de violencia soterrada, este hombre ni alto ni bajo, ni gordo ni flaco, ni guapo ni feo, nos interpela con sus cuentos entrecruzados con la apariencia de no estar diciendo nada. Pero el texto potente y transgresor, alberga sufrimiento, angustia, desconcierto, rencor, odio, miedo, envidia, ira, desconsuelo, desesperación y sobre todo, una profunda soledad y frustración. Nos habla también de lo insignificante del ser ante el acontecer y el devenir de una manera contundente, de la cual es imposible alejarse.

Con atinado e inteligente acierto, la obra de Will Eno es puesta en escena con una simplicidad y eficaz montaje que cuenta muchas más cosas de las que parece. Los breves pero contundentes juegos escénicos marcados desde la dirección, elevan la propuesta textual a un lenguaje poético que por momentos es desgarrador. El trabajo en todos sus aspectos es fino, pues ahonda, profundiza, proyecta y trasciende. Se hace más intenso, cercano e interesante conforme avanza. Mantiene al público en un constante juego de tensiones y distensiones gracias también a la estupenda labor de Trejoluna. Este experimentado actor mexicano construye un magnífico personaje a partir de la contención de las emociones y un sinfín de transiciones emocionales bien elaboradas y dotadas de un respaldo técnico impecable.

Un soberbio trabajo acerca del ser humano y su relación con la pérdida, del cual ninguno pudimos sentirnos indiferentes, pues como dice el tema 'Maldito corazón', la vida es la ruleta en la que apostamos todos.