José Montilla. :: EFE
ESPAÑA

La renuncia de José Montilla al tripartito «relaja» a la ejecutiva federal

Los socialistas catalanes culpan a Esquerra Republicana y sus propuestas soberanistas del entierro del tripartito

MADRID / BARCELONA. Actualizado: Guardar
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Esta vez el PSC ha sido portador de una buena noticia para la ejecutiva federal el PSOE. La dirección del partido recibió ayer con alivio la decisión de José Montilla de renunciar a una nueva alianza de gobierno con Esquerra Republicana e Iniciativa per Catalunya en caso de necesitar su apoyo para gobernar tras las elecciones autonómicas del 28 de noviembre. «No sólo nos ha parecido bien -confesó el secretario de Organización, Marcelino Iglesias- sino que nos ha relajado».

Las amistades con los independentistas catalanes han propiciado serios disgustos a los socialistas en los últimos seis años. No son pocos quienes atribuyen a la alianza con los republicanos en el Congreso, durante los primeros años de mandato de José Luis Rodríguez Zapatero, el escaso margen electoral logrado en las elecciones de 2008 respecto al PP.

Y no son menos quienes defienden en privado que la estabilidad institucional se garantiza mejor cuando los nacionalistas gobiernan en Cataluña porque entonces son más proclives a alcanzar pactos en las Cortes Generales.

La condición de Esquerra Republicana de gobernar solo con aquellas fuerzas que estén dispuestas a convocar un referéndum sobre el futuro de Cataluña hacía presagiar muchos problemas. Zapatero, después de escuchar al portavoz del PSC, Miquel Iceta, en la reunión de la ejecutiva federal, se mostró satisfecho con la promesa de Montilla que es, dijo, según fuentes de la reunión, «buena para el PSC, para Cataluña y para España».

La dirección de los socialistas catalanes, entretanto, ratificó en su reunión de ayer la apuesta de Montilla de pasar página y no reeditar por tercera vez consecutiva el tripartito. Sin embargo, la ejecutiva del PSC introdujo un matiz que el propio presidente de la Generalitat eludió el domingo. El PSC dice no a la fórmula de gobierno que dirige Cataluña desde 2003 en las «condiciones actuales» que pone ERC, es decir, la celebración de un referéndum sobre la independencia de Cataluña. Si los republicanos independentistas retiran esa condición se volverían a abrir, en teoría, todas las posibilidades.

«El mensaje del 'president' es valiente: no nos jugaremos un cargo por el futuro del país», dijo la portavoz socialista Laia Bonet. «Ni en 2003 ni en 2006 Esquerra Republicana puso la independencia como condición para pactar», añadió. Las exigencias de los republicanos son «inasumibles», declaró, a su vez, Montilla en RNE.

Desde Esquerra, sin embargo, no se amilanaron y se apresuraron en dejar bien claro que no renunciarán a sus objetivos soberanistas.

Por tanto, liberado de Esquerra, a Montilla ahora le será más fácil reclamar el apoyo en los barrios metropolitanos donde muchos de sus electores hace tiempo que exigen al PSC alejarse del independentismo.

A pesar de la contundencia que han mostrado los socialistas para desmarcarse de sus aún socios de Gobierno, otras fuerzas políticas catalanes recelan de las intenciones del PSC. «En 2006 ya dijo [Montilla] que no reeditaría el tripartito y, pese a sus palabras, los hechos fueron que optó de nuevo por el tripartito», dijo el secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida. Joan Herrera, de Iniciativa, también recordó el viraje del líder del PSC.