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Montilla se compromete a no gobernar de nuevo con ERC e ICV
El líder del PSC afirma que sólo será presidente si es con un programa que «asegure el entendimiento con los pueblos de España»
BARCELONA. Actualizado: GuardarEl tripartito catalán ya es historia. La fórmula de gobierno que ha dirigido Cataluña en los últimos siete años no se repetirá a partir de la nueva legislatura resultante de las elecciones del próximo 28 de noviembre. El primer secretario del PSC, socio mayoritario en el Ejecutivo catalán, anunció este domingo que se acabó lo de gobernar junto a ERC e ICV. «El tripartito ha hecho un gran servicio, pero su tiempo ha pasado», afirmó José Montilla en un acto de precampaña en el teatro del Liceo de Barcelona, en el que se encontraban los 17 consejeros socialistas de los dos gobiernos tripartitos.
«Tenemos que estar orgullosos de la labor realizada por el tripartito, añadió, pero esta fórmula no la reeditaremos, aunque sumemos la mayoría; hay que hacer punto y aparte», exclamó el candidato socialista a la Generalitat. Montilla, que tiene las encuestas bajo mínimos y dirige un Ejecutivo muy desgastado por sus divisiones internas, quiso sincerarse con su electorado: «Seré honesto, con esta fórmula (tripartito) y sus candidatos (Esquerra e Iniciativa) no podríamos encarar el futuro de Cataluña», remató.
El presidente de la Generalitat señaló asimismo que no sacrificará el programa socialista sólo por ser presidente. «Ni cambiaré mis principios ni los vuestros por un puñado de votos en el Parlament a cambio de ser investido presidente», dijo Montilla en un tono solemne, casi de despedida. Con esta puesta en escena, trata de dar un giro a la campaña, en un momento en que estaba únicamente centrada en tripartito o CiU.
Además, aprovechando el empujón de moral que ha insuflado José Luis Rodríguez Zapatero a la tropa socialista con la crisis de Gobierno, el PSC se sube a la ola de optimismo con el revulsivo que les hacía falta. Conscientes de que la marca tripartito no vende en Cataluña y de que hay mucha gente de izquierdas que no quiere esta fórmula, Montilla también se desmarca de forma definitiva de los que aún son sus socios de Gobierno y explota un perfil propio, con el proyecto socialista como bandera. «El PSC es la única opción política que puede constituir un gobierno catalanista de izquierdas, que es lo que ahora necesita Cataluña», expresó.
El primer secretario del PSC, rompe amarras con sus socios, sobre todo con Esquerra, que le ha llevado en ocasiones a defender postulados cercanos al soberanismo (ley del cine, 'Estatut' o multas lingüísticas, por ejemplo) y hace un gesto hacia ese elector españolista de izquierdas que en el PSC temen que se quede en casa el 28-N.
'Traje' español
«Aventuras y caminos inciertos (referendos soberanistas) ni uno, sólo seré 'president' a partir de un programa que asegure la recuperación económica, la justicia social, la defensa y la unidad civil del pueblo de Cataluña y el entendimiento con los pueblos de España», concluyó. Lejos quedan ya los tiempos en los que Montilla encabezó una manifestación contra el Constitucional y habló del distanciamiento que se estaba produciendo entre Cataluña y España por la sentencia.
Los socialistas abandonan su discurso más catalanista y se ponen el traje más español, no sólo para frenar la cantidad de votos que se les pueden escapar hacia el PP y Ciutadans en el cinturón rojo de Barcelona, sino también cerrando filas para las generales de 2012, lo que neutralizaría uno de los discursos más efectivos del PP, que consiste en repetir por activa y por pasiva que los socialistas son socios de un partido que quiere romper España.
Descartado el tripartito, al PSC, que da síntomas de estar preparándose para cuatro años en la oposición, sólo le quedaría una opción para formar gobierno: la sociovergencia, que tendría el visto bueno del ex ministro Celestino Corbacho y permitiría al PSOE retomar la colaboración que ya dio CiU con el apoyo a la reforma laboral y al plan de medidas para reducir el déficit público.