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La última del Bandera

Este delincuente habitual de 50 años, protagonista de una oleada de robos en la localidad, asaltó dos bares este fin de semana Detenido por tercera vez en nueve días un ladrón de Conil

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Y ya van tres. A José P. V. no le asustan las detenciones ni tampoco parece que le hagan reflexionar. Hace dos fines de semana fue arrestado en dos ocasiones por tres robos consumados, dos en tentativa y por haber tratado de burlar a la Guardia Civil cuando fue sorprendido 'in fraganti' dentro de una casa que pretendía asaltar. En ambas ocasiones quedó en libertad con cargos tras pasar por los juzgados de Chiclana; de lo que informó LA VOZ la semana pasada. Sin embargo, llegó un nuevo final de semana y este delincuente habitual, conocido con el apelativo de 'El Bandera' y que actúa casi siempre en su localidad natal -Conil-, volvió a caer en manos de los agentes por otros palos que pegó entre el sábado y ayer. Al cierre de esta edición se desconocía aún si volverá a cruzar por su propio pie la salida del edificio judicial.

Resignación es la sensación que deben tener los agentes del cuartel conileño, que desde el pasado 8 de septiembre ya han arrestado a este individuo de 50 años en seis ocasiones por más de una docena de robos. Una reincidencia que, a día de hoy, no se ha traducido en la aplicación de una medida judicial como la prisión preventiva.

Ayer se confirmaba la última detención del Bandera, quien sufre una toxicomanía que le mueve a buscar dinero de forma desesperada aunque sea provocando significativos daños en establecimientos comerciales de su localidad. Fuentes del caso confirmaron a este medio que este delincuente es responsable de un repunte inusual en el número de delitos que se cometen en Conil. Una población que recupera la tranquilidad cuando los veraneantes se despiden hasta el próximo verano.

Las nuevas imputaciones que pesan sobre él son los robos de dos bares entre el sábado y la madrugada del domingo. Después del último, volvió a ser nuevamente arrestado. Sus golpes no llevan la factura de un especialista, sino los trazos imperfectos y poco cuidadosos de un ladrón que actúa a la desesperada sin medir las probabilidades de que sea descubierto. Sin embargo, del último negocio que asaltó en la madrugada del domingo estuvo a punto de llevarse más de 700 euros de la recaudación. Pero fue sorprendido.

Como hiciera el anterior fin de semana, al verse descubierto trató nuevamente de huir en una moto que previamente había sustraído. Como si fuera el argumento de una misma película, los guardias se vieron nuevamente siguiendo al Bandera hasta que fue interceptado por sexta vez en menos de dos meses. Además de los robos, la Guardia Civil le imputan un delito contra la seguridad del tráfico por conducción temeraria. La pelota vuelve a estar en el tejado del juez.