Consejo de Gobierno de abril de 2008, con Chaves como presidente :: EFE
ANDALUCÍA

La legislatura más movida

El Consejo de Gobierno afronta su quinto cambio desde los comicios de 2008, todo un récord

SEVILLA. Actualizado: Guardar
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El camión de mudanzas no para de hacer negocio con la Junta de Andalucía. Esta semana volvieron a llamarle, otra vez frente a la Consejería de Obras Públicas y Vivienda. Hay cambios. Se va Rosa Aguilar, entra Josefina Cruz Villalón. Con ellas dos se baten cifras récord en el Gobierno de la Junta de Andalucía por partida doble. En la citada consejería son ya cinco las veces que han debido cambiar los nombres de sus titulares en documentación y cartera desde las elecciones de marzo de 2008. Es el departamento con más movimiento de responsables desde entonces. Pero no el único que ha sufrido vaivenes. Empezando por la propia Presidencia de la Junta. Coincidencia o no, el relevo de Griñán por Chaves ha llevado parejo una movilidad en el Ejecutivo como nunca se había visto antes. Hasta cinco veces ha cambiado desde abril de 2008.

Una legislatura, la que hace la número ocho, que va a pasar a la historia no sólo por arrostrar la crisis más dura en la autonomía en su corta vida, sino por ser la más movida de todas. Ni cuando Rafael Escuredo dimitió en 1984, su sucesor, José Rodríguez de la Borbolla, hizo tantos cambios, sólo cuatro en la crisis de sucesión, y con ellos se mantuvo hasta las elecciones de 1986. Eran tiempos igualmente convulsos y, por ser los primeros, de mucha más inestabilidad que ahora. Borbolla introdujo algunos cambios a mitad de su segunda legislatura, pero siguió con el grueso de su núcleo duro: Manaute, Montaner, Torres Vela y Manuel Gracia.

La llegada a la Presidencia de la Junta en 1990 de Manuel Chaves vino con renovación casi completa. Ya sólo quedaba Jaime Montaner de los tiempos de Escuredo, claro que sólo hacía de ello ocho años. Pero Chaves secundó lo que había sido una tónica general hasta entonces, apenas hacía crisis de gobierno, sólo motivadas por fuerza mayor. Como ocurrió cuando en 1992 Felipe González se llevó como ministro de Sanidad al que era consejero de Salud, José Antonio Griñán, como recordó este en la toma de posesión de Josefina Cruz. La fuerte división interna en el PSOE también se cobró alguna víctima. Leocadio Marín dimitió como consejero de Agricultura en 1993.

Reacio a hacer crisis

Pero ni crisis económica, como la que había entonces, ni las peleas de partido hicieron a Chaves modificar por voluntad propia sus gobiernos elegidos tras las elecciones. «Era muy reacio a ello», recuerdan en su partido. Salvo por deseo de sus consejeros. Antonio Pascual decidió dejar el Consejo de Gobierno en 1995 y en su lugar entró Gaspar Zarrías, fiel hasta 2008.

Chaves fue el primer presidente de Andalucía y el único en adelantar unas elecciones, en 1996, con apenas dos años de legislatura. Pero salvadas estas y, aún con la novedad del pacto con el Partido Andalucista, la composición de su gabinete reflejó la fidelidad a muchos de los que le acompañaron en la legislatura de la 'pinza'. No hizo ninguna crisis en esta legislatura, y en la siguiente, la de 2000-2004, sólo una pequeña en 2002 provocada por el PA, al dimitir José Hurtado como consejero de Turismo; Y otra más amplia meses antes de las elecciones de 2004 al dejar ir como candidatos al Congreso a Magdalena Álvarez, Carmen Calvo y Alfonso Perales. En estos casos y ante la cercanía de las elecciones, eran los viceconsejeros los que asumían la titularidad de los departamentos. Igual estrategia hizo en la siguiente legislatura, cuando dejó ir entre otras a Carmen Hermosín.

Chaves sentía urticaria por los grandes cambios, entre otras cosas porque en la elección de sus equipos derrochaba ingeniería política para congeniar cuotas de su partido y simpatías personales que luego no podía romper. Aprovechaba cada comienzo de legislatura para dar el vuelco que quisiera dar, como la progresiva introducción de mujeres en su equipo hasta nombrar uno paritario por primera vez en un gobierno en España en la legislatura 2004-2008.

La última

En su última legislatura, la comenzada en 2008, se atrevió con un gran cambio en su organigrama, la inclusión de dos vicepresidentes, Zarrías y Griñán. Era la señal dada para su sucesión. Probablemente, Chaves no barruntaba entonces que aquella foto de familia iba a sufrir tantos vaivenes, aunque ya estuviera pensando en ser el primero en abandonarla. Sólo tres consejerías, Igualdad y Bienestar Social, Salud y Turismo siguen con las mismas personas al frente desde abril de 2008. El resto ha sufrido al menos dos cambios. Y sólo seis personas incluido Griñán, de los 16 que integraban el Consejo de Gobierno entonces, siguen en él.

La de Obras Públicas y Vivienda es la más movida de todas. Empezando porque al comienzo de legislatura eran dos. Resulta paradójico, pero ha sido Rodríguez Zapatero el detonante del primer y último de los cinco (seis si se cuenta con Vivienda) cambios en este departamento. Chaves tuvo que dejar ir a Mar Moreno, consejera de Obras Públicas, a la dirección federal del PSOE por deseo expreso del secretario general. En su lugar nombró a Luis García Garrido, que ya ocupó el cargo en los últimos meses antes de las elecciones. Al asumir Griñán la Presidencia en abril de 2009, se produjo la primera gran crisis de gobierno. Cambió a parte del gabinete y dio Obras Públicas a Rosa Aguilar, hasta entonces alcaldesa de IU en Córdoba. El fichaje de esta eclipsó la vuelta de Mar Moreno, pero para hacerse cargo de Educación. Con la crisis de abril de 2009 se eliminan dos consejerías. Aguilar asume Vivienda y Ordenación del Territorio, que deja Juan Espadas, y Pizarro se queda con Justicia. La reducción implica cambios importantes en sus organigramas.

Obras Públicas ha sido la de más mudanza en su despacho principal, pero no en sus cuadros medios. No ocurre igual con otras consejerías. Cada nuevo titular lleva aparejado la renovación de directores y secretarios generales, además de cargos de confianza. Es un derecho que ampara al consejero, aunque no todos hacen uso de él. De la crisis de gobierno de abril, la de más calado de la legislatura, sólo Cultura y Empleo han sustituido a casi todos sus cargos. El resto han mantenido el grueso de sus equipos.