El vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba, ayer, tras el Consejo de Ministros. :: FERNANDO ALVARADO/EFE
ESPAÑA

Rubalcaba intenta neutralizar el mensaje conciliador de Zapatero hacia Batasuna

El vicepresidente garantiza que «las vías de comunicación» con la izquierda 'abertzale' «están absolutamente cortadas»

MADRID. Actualizado: Guardar
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Alfredo Pérez Rubalcaba se estrenó ayer en su papel de portavoz con la colocación de un remiendo en la brecha que abrió el miércoles el presidente del Gobierno a propósito de los movimientos en el entorno de ETA. Dos días después de que José Luis Rodríguez Zapatero asegurara que, aunque «insuficientes», los movimientos de la izquierda 'abertzale' no serán «en balde», el también ministro del Interior puso sobre la mesa la detención de la nueva cúpula de Segi y aseguró que nada ha cambiado.

El esfuerzo explicativo del flamante vicepresidente primero sobre el sentido de las palabras de Zapatero fue breve, pero intenso. Rubalcaba puso el foco en la primera parte del comentario del presidente, la de los pasos dados por dirigentes como Arnaldo Otegi. Son «insuficientes», pero «es algo más de lo que había», concedió, aunque a renglón seguido puntualizó que es «mucho menos de lo que toca». Y a continuación, cortante, trató de zanjar la cuestión con un: «De acuerdo, pues ya está».

Los hechos jugaban ayer de su parte. Con el prólogo del nuevo descabezamiento de las juventudes de la organización terrorista, Rubalcaba insistió en que la política del Gobierno será la misma que ha mantenido en lo que va de legislatura e insistió en que si la organización política pretende salir de la ilegalidad tendrá que romper «ese lazo» con los terroristas. «Hay dos caminos -remarcó- o convencer a ETA de que debe abandonar las armas o dejar a ETA; es la única opción para alcanzar el objetivo que parece que tienen».

Todo en el tono del nuevo hombre fuerte del Gobierno fue firmeza y desde la mesa que hasta el viernes pasado ocupó María Teresa Fernández de la Vega, hizo valer su posición de jefe de las fuerzas de seguridad del Estado para amedrentar a los terroristas. «No vamos a permitir que ETA renueve su cantera; tantas veces monte Segi, tantas la desarticularemos», señaló.

La firmeza mostrada por Rubalcaba para restar valor a los gestos de los restos de la ilegalizada Batasuna fue complementada por el 'lehendakari' Patxi López. El jefe del Ejecutivo vasco señaló en el Parlamento de Vitoria que «todos» han reconocido que las últimas declaraciones de los portavoces de la izquierda 'abertzale' tienen «otra melodía», aunque lo cierto es que todavía «no acaban de entonar la música definitiva» del desmarque de ETA. López avisó que su Gobierno no va a lanzar un salvavidas a la formación ilegal para que eluda su responsabilidad y dejó claro que la democracia «integrará» a la izquierda 'abertzale' solo cuando respete sus reglas de juego y se aleje definitivamente de ETA.

Firmeza

El 'lehendakari' respondía así a una pregunta de la portavoz de Aralar, Aintzane Ezenarro, en un pleno de control al Gobierno en el que también trajo a colación las palabras de Zapatero sobre que los pasos de la izquierda 'abertzale' «no van a ser en balde». El 'lehendakari' respondió que pese al cambio de «melodía», Batasuna «debe pasar de las declaraciones y las entrevistas a los hechos que demuestren que rompen con la violencia y trabajan para que desaparezca». «Mientras tanto, mantendremos la firmeza en las convicciones», zanjó.

Para enredar más el panorama, el portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, denunció que Zapatero practica un doble juego con el entorno de ETA. Mantiene, dijo en la televisión autonómicas vasca, una estrategia «de conjunto» con «elementos de estímulo y presión». Erkoreka sostuvo que «si alguien piensa que el Gobierno va a levantar el pie del acelerador en la presión sobre la izquierda 'abertzale' se equivoca». Esta sería la parte de la presión, según el diputado nacionalista, y la del estímulo sería propiciar que en la prensa publique «una inmensa entrevista a Arnaldo Otegi, permitiéndole ofrecer sus puntos de vista», en alusión a la que publicó el pasado domingo 'El País'.

Rubalcaba no dejó pasar por alto el análisis de Erkoreka y sostuvo que es una falsedad de la cruz a la raya. «Es fácil contestar porque la respuesta es no, no es cierto, en absoluto» que el Gobierno mantenga líneas de comunicación con la izquierda 'abertzale'. «La ha habido», concedió y «todos los partidos la hemos tenido, pero en estos momentos está todo absolutamente cortado». El vicepresidente primero subrayó que «no hay que ser un genio de la estrategia antiterrorista para saber que no hay nada de nada» porque si hubiera algo «se rompería la esencia de la misma estrategia».