FALTA INDENTIDAD PROPIA
Actualizado: GuardarEl Xerez tiene esta noche ante el Villareal B una nueva oportunidad de encontrarse a sí mismo. Es difícil explicar lo que le está ocurriendo a los azulinos. Lo mismo logra una buena racha de victorias manteniendo a cero la portería que sale derrotado, humillado y goleado. Porque cuando el Deportivo pierde, lo hace a lo grande. La explicación que encuentro es que este equipo aún no ha adoptado una identidad propia de juego. Javi López, tras los dos primeros partidos, varía el sistema para darles más protagonismo a los hombres de ataque al darse cuenta que el equipo no logra mantener una alta posesión del balón como él quiere. Incomprensiblemente, las bandas del Xerez no desarrollan el papel protagonista que han de tener y Bermejo y José Mari se ven solos, luchando contra viento y marea, a la espera de que les llegue un balón. Tanto es así que es el propio Bermejo el que ha de caer a banda para tocar el cuero. No he visto ningún uno contra uno en todo lo que llevamos de Liga y pocas veces un buen centro al área rival. Así es imposible. Capi pasa al costado izquierdo, dejando a uno de los mejores interiores de la categoría, como es Capdevila, en el banquillo y claro, el camero termina por romperse. Pero no sólo han de llegarle balones a los puntas por las bandas. ¿Dónde queda el centro del campo? Volvemos a la hegemonía del doble pivote defensivo. Barber y Cordero crean menos juego que el programador de Atari. Ahí es donde debe actuar el cerebro del equipo. La pregunta es: ¿Quién es el organizador del Deportivo? ¿Quién mueve al Xerez? O como diría Remedios Amaya ¿quién maneja mi barca? ¿Por qué no se le da esa responsabilidad a Héctor Font? Si no existiera dentro de la plantilla ese tipo de jugador, que sepa abrir el juego a las bandas y hacer de enganche con el mediapunta, lo entendería, pero es que lo tenemos sentado calentando el asiento. Al menos debería tener una oportunidad para demostrar si es capaz de ser el organizador de este equipo. Mientras todo esto pasa, espero que el Xerez se reencuentre esta noche con la victoria, y consigo mismo, y comience a asentar unas bases de identidad propia. De lo contrario, seguiremos sin saber a qué jugamos.