La familia del herido por la palmera se persona como acusación particular

Parecía que todo iba a quedar en un susto, pero desafortunadamente la vida de Pablo Campos ha quedado truncada para siempre desde que se rompió las dos piernas como consecuencia de la caída de una palmera. El jerezano ingresó en el Hospital del SAS el mismo 20 de septiembre, cuando ocurrieron los hechos, y debido a patologías anteriores su estado empeoró hasta entrar en un coma que, a día de hoy, resulta irreversible.

Así lo confirmó ayer a este medio el abogado de la familia, Pedro Pérez, tras aclarar que los Campos se personarán como acusación particular en el procedimiento penal que se ha abierto por esta causa. En estos momentos, el caso se encuentra en fase de instrucción en el Juzgado número 3 y el letrado está a la espera de recabar el atestado y toda la información policial pertinente para pronunciarse de manera formal.

Con los datos en la mano, Pérez tendrá dos opciones: decantarse por la vía penal inicial o abrir un procedimiento administrativo, dependiendo de si se puede establecer algún tipo de responsabilidad municipal o el suceso se considera un mero accidente. En el primero de los supuestos, se podría imputar un presunto delito de lesiones contra quien se considerara responsable del mantenimiento del arbolado, teniendo en cuenta que se trataría de un delito imprudente y no doloso.

En el segundo de los casos, se pediría la responsabilidad patrimonial de la Administración local, lo que conllevaría una indemnización para la víctima. De cualquier forma, Pérez prefirió no decantarse por una alternativa u otra hasta no contar con toda la información a su alcance, algo que confía en que suceda la semana próxima.

En lo que respecta al perjudicado, el abogado confirmó el delicado estado de salud en el que se encuentra, a pesar de que ha sido trasladado a planta desde la Unidad de Cuidados Intensivos, donde fue ingresado en un principio. Uno de los hijos de la víctima, Antonio Campos, también manifestó su preocupación por el cuadro clínico de su padre. «No termina de mejorar -se lamentó-, y lo peor de todo es que los médicos nos han dicho que lo más seguro es que se quede como está».

Aunque desde el SAS ya justificaron en su momento el empeoramiento del paciente por las patologías previas que padecía, lo cierto es que la familia no deja de pensar que existe una relación causa-efecto entre la caída de la palmera y el agravamiento del estado de Pablo, que se encontraba «delicado» pero nada hacía presagiar lo ocurrido.

La mala suerte se cebó con este vecino de San Mateo el pasado 20 de septiembre, cuando se encontraba en un banco de la plaza del Mercado en compañía de dos amigos y una palmera se precipitó sobre ellos. Mientras que los otros lograron huir a tiempo, él quedó atrapado bajo la datilera y acabó siendo trasladado al hospital con las dos piernas rotas.