Diputación se va de La Atalaya
El organismo provincial dice que ha aportado más de dos millones de euros a la fundación, que «es insostenible» con el actual modelo de gestiónLa institución habla de disolver el patronato que comparte con el Ayuntamiento
JEREZ. Actualizado: GuardarNo habrá más aportaciones de parte de Diputación a la Fundación Andrés Ribera (FAR), que gestiona el complejo museístico de La Atalaya y en la que el organismo provincial comparte patronazgo con el Ayuntamiento de Jerez.
Pese a la situación por la que atraviesa la institución y la plantilla -con impagos continuos-; a que hay una huelga convocada para los días 2 y 3 de noviembre -coincidiendo con la visita de los Príncipes de Asturias a la ciudad-; y a las declaraciones de la alcaldesa, Pilar Sánchez, en las que ponía la piedra sobre el tejado de la Diputación; el vicepresidente económico del organismo provincial, Francisco Menacho, viajó ayer hasta Jerez para anunciar que la intención del organismo provincial es abandonar lo antes posible el patronato de la FAR una vez que se pacte con el Consistorio esta salida y se analicen las aportaciones económicas que ha hecho cada patrono.
En este sentido, Menacho desveló que en la reunión que mantuvieron el pasado martes los representantes de la Diputación y del Ayuntamiento ya se empezaron a analizar los pasos que hay que dar para que se liquide la fundación y se inicie una nueva etapa en la que «el Consistorio podrá gestionar en solitario, de forma directa o través de una concesión» el futuro de este complejo. Es decir, dejó claro que el ejecutivo municipal de Jerez «es conocedor y está de acuerdo con esta salida».
El representante del organismo provincial, que se mostró visiblemente molesto por las declaraciones de la primera edil jerezana, no sólo dijo que no se va a seguir poniendo dinero , sino que aclaró que por el momento «el saldo sale a nuestro favor». Y es que según el listado que aportó del diputado provincial, en el periodo 2003-2008 las transferencias libradas a la FAR por parte de esta institución superan los dos millones de euros, una cantidad que excede incluso en 200.000 euros sobre la reclamación expresada por la gerencia de la fundación (1,8 millones de euros). Es decir, que Diputación no es deudora, sino acreedora de la FAR ya que «ha cumplido con exceso su compromiso de hacer aportaciones».
También recalcó que cuando en 2005 se vendió el hotel que la fundación tiene en Torremolinos el Consistorio jerezano se ingresaron 881.000 euros a favor del Ayuntamiento. Sin embargo, y a pesar de su papel de socio institucional y patrono, Diputación no percibió cantidad alguna.
En esta tesitura, el responsable de Hacienda dijo que Diputación saldrá de la FAR, aunque «sin dar un portazo». Por eso pactarán con el Consistorio, y «dejaremos de ser patronos para que ellos exploten los museos como crean conveniente». Así, habrá que liquidar cuentas y resolver el reparto de derechos, obligaciones, beneficios y cargas. Eso incluye a la plantilla, que tiene garantizado su futuro porque «pasará a las administraciones».
Menacho no quiso dejar ayer de lanzar una advertencia, la de que la estructura de la Fundación Andrés Ribera es «insostenible», con una plantilla excesiva (11 empleados) a la que hay que añadir costes adicionales de servicios externos. Además, argumentó que las prioridades de Diputación deben centrarse en los municipios con menos de 20.000 habitantes, hacen inviable su permanencia en la gestión de museos localizados en una gran población como es Jerez.
Promesas incumplidas
De forma parecida a Menacho se expresaron ayer los trabajadores de La Atalaya, que puntualizaron que en los últimos tres años «se ha trabajado prioritariamente para eventos institucionales, muchos de los cuales no han ingresado ni un euro en la caja de la fundación y han supuesto gastos».
También recordaron que en diciembre de 2008 la alcaldesa dijo que en pocos años la FAR sería una fundación municipal como la del Villamarta o la Caballero Bonald, y recriminaron que se les critique no se autofinancien cuando las dos mencionadas tampoco lo hacen.
Por último, apuntaron que todos los servicios externos los tuvo que asumir la plantilla, y eso que se prestan los mínimos.