Desconocida y sin peso político

Pocos ciudadanos lamentarán la marcha de Elena Espinosa del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino. Ha sido señalada año tras año como una de las caras menos conocidas del Gobierno, pese a que era una de las más veteranas, pues entró a formar parte del Gabinete en 2004. En sus seis años de mandato -fue ministra de Agricultura y Pesca de 2004 a 2008- su escaso peso político no aumentó. Zapatero la situó en la segunda legislatura al frente del Ministerio ampliado, un superdepartamento que aglutinó competencias tan dispares como biodiversidad, lucha contra el cambio climático, pesca y agricultura. El resultado fue la práctica evaporación de la agenda pública de las políticas ambientales. Tanto que las organizaciones ecologistas, ahora centradas en la creación de su propio partido, celebran su salida. Espinosa solo mostró verdadero interés por los asuntos de pesca, a los que antes de ser ministra había consagrado su actividad privada.Los agricultores tampoco la echarán de menos. La principal organización de granjeros y ganaderos considera «imprescindible» su relevo por Rosa Aguilar.