![](/cadiz/prensa/noticias/201010/15/fotos/3530320.jpg)
Navantia puja por la US-Navy
El embajador norteamericano visita los astilleros para evaluar un posible acuerdo de mantenimiento de fragatas de la VI Flota Persigue un contrato que convierta la Bahía en centro de reparaciones
Actualizado: GuardarBienvenido Míster Marshall. Hay demasiadas expectativas puestas en la visita que hoy girará el embajador norteamericano en España, Alan D. Solomont, a los astilleros gaditanos. El responsable diplomático en nuestro país del gobierno de Obama tendrá que evaluar la tecnología y las capacidades de trabajo de las plantas de la Bahía ante un posible contrato para la reparación de los barcos de la US-Navy. Se trata del segundo encuentro en siete meses que mantienen representantes del gobierno americano con directivos de Navantia.
Las conversaciones para firmar un importante contrato naval con la empresa española marchan por buen camino. El objetivo, no es otro, que la Bahía de Cádiz se convierta a medio plazo en centro de reparaciones de los barcos que la VI Flota tiene desplegados por el Mediterráneo. El centro logístico de la armada norteamericana se encuentra enclavado en Nápoles y necesita de un nuevo punto de apoyo logístico en el sur de Europa para el mantenimiento de sus buques. El embajador Solomont acude hoy a Cádiz, acompañado del agregado de Defensa y el jefe Naval para comprobar 'in situ' el potencial del astillero de Cádiz, así como el desarrollo tecnológico de Faba, en la planta de La Isla. La Armada de Estados Unidos cuenta con 60 buques en la zona y la presencia de la Base Naval de Rota juega a favor de la opción de Cádiz.
La visita norteamericana tiene lugar en un momento crucial para los astilleros de la Bahía, donde la actual carga de trabajo está a punto de expirar. El año que viene culmina el proyecto de construcción de los ocho patrulleros para Venezuela y finaliza también el contrato con el Gobierno español de la primera fase de construcción de cuatro buques de Accion Marítima (BAM) que encargó en 2005. El Ministerio de Defensa ha ampliado ahora el compromiso de renovación de la flota con la construcción de otros cuatro BAM a partir del año que viene. Sin embargo, el sector de reparaciones está en sus horas más bajas. El ministerio español ha recortado gastos en este capítulo y Navantia sólo aspira a contratos del exterior para mantenerse a flote en este apartado de la industria naval. La posibilidad de firmar un acuerdo con el Gobierno norteamericano es clave para garantizar la supervivencia de la planta.
Buenas relaciones
La relación entre Navantia y Estados Unidos es muy estrecha. El pasado marzo, la compañía firmó un primer contrato con el gobierno americano para la reparación de una de sus fragatas en la Bahía. Este acuerdo tuvo lugar poco tiempo después de la visita que realizó a las plantas gaditanas el director del centro de Nápoles, Thomas J. Pérez. De esta forma la Hall F-32 pasó su inspección técnica en la Unidad Producctiva de Reparaciones de San Fernando. El trabajo de Navantia estuvo supervisado en todo momento por el inspector Bill Voght que, junto a Thomas J. Pérez, felicitaron a la industria española por su capacidad técnica y cumplimiento de plazos. Con posterioridad, Thomas J. Pérez comunicó a Navantia su felicitación por la «profesionalidad, eficacia y dedicación» del personal de Reparaciones que intervino en la reparación de la fragata y comunicó su intención de solicitar futuras reparaciones en buques de la VI Flota. La misión norteamericana tiene previsto también un encuentro con la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez.
La industria naval no atraviesa su mejor momento. Los 24 astilleros privados que hay en España tratan de capear el temporal a duras penas, aunque llevan dos años sin carga de trabajo y los cierres se avecinan. No hay construcción civil a este lado del planeta y las reparaciones, además se resienten. Los únicos que tienen oxígeno para seguir hasta 2018 son las plantas públicas de Navantia con los encargos militares. Los últimos datos revelan que la plantilla de la industria naval ha caído un 81% en los últimos 25 años. En el caso de las plantas gaditanas, San Fernando ha pasado de contar con un plantilla en 2004 de 1.298 trabajadores a sumar 1.055. Igual ocurre en Puerto Real, que antes de la reconversión contaba con 1.268 obreros y ahora trabajan 617. En cuanto a Cádiz, el zarpazo ha sido grande de 360 se han quedado 152. Es lógico que la llegada de Míster Marshall a la Bahía sea sinónimo de esperanza.