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La efusividad en la calle la pusieron los propios invitados
El ministro de Educación, los rectores sudamericanos y rusos y otros asistentes, deslumbrados por Cádiz
CÁDIZ. Actualizado: GuardarLos que mostraron más alegría por la celebración del acto protocolario fueron los propios invitados. Pocos vecinos sabían que los Reyes visitaban San Fernando de nuevo. «Pero, ¿el Rey viene otra vez?», preguntaban muchos en las cercanías del Real Teatro de las Cortes. Y es que esta segunda visita en tres semanas no levantó la expectación de la jornada del 24 de septiembre. Sin embargo, los 76 rectores que asistieron a la apertura oficial del curso académico disfrutaron de toda la simbología del acto protocolario. Uno de los temas preferentes entre los rectores antes de que comenzara el acto fue si se trataba del mismo edificio que hace 200 años acogió las primeras Cortes. Este tema se intercalaba con la situación actual de las universidades, el nivel de los estudiantes y del profesorado. La procesión cívica partió del Centro de Congresos y llamó la atención de los viandantes y de unos cuantos espectadores apoyados en las vallas de seguridad. En frente, los trabajadores del Santander salieron para saludar a su presidente, Emilio Botín, que conversó un rato con ellos. La más aplaudida fue la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, que eclipsó al resto de políticos y cargos públicos asistentes. En la misma puerta del Teatro se bajó el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, al igual que los Reyes. «¿Por qué puerta sale?», era la pregunta de los isleños. Y de nuevo los Reyes se fueron por la puerta lateral hacia un piso cercano que habían habilitado para que descansasen hasta el aperitivo que se sirvió en Capitanía, servido por el catering de El Faro. Allí el ambiente fue mucho más festivo e informal. Los Reyes se hicieron una foto con todos los rectores. Diego Sales y su equipo rectoral estuvieron exultantes tras la finalización del acto protocolario de apertura del curso de las universidades españolas .
Por su parte, Ángel Gabilondo estuvo ayer por la tarde paseando por Cádiz y contó en el ágape que se «coló en el ensayo» del coro Los Tangueros y entró en la sede de la Asociación Mujeres de Acero, en La Viña, atraído por el nombre. Mientras tanto, los rectores invitados disfrutaron la noche antes en La Bomba de una cena, hasta más allá de medianoche.
El alcalde de Puerto Real, Barroso dijo que se marcharía enseguida, en cuanto llegó a la copa de despedida con los Reyes, y aunque se mantuvo lejos del grupo real, fue de los últimos en irse. La alcaldesa de Cádiz no perdió la ocasión de venderle al ministro de Educación la capitalidad cultural iberoamericana de la ciudad, para pedirle apoyos.
Entre los asistentes a todo el protocolo y al aperitivo estuvo el director de Innovación de la Universidad Católica de Chile, Alfonso Cruz, quien pasó las últimas madrugadas atento al rescate de los mineros. Se mostró muy emocionado por la mención del Rey al este asunto al comenzar su discurso y pudo presumir de la alta tecnología en minas de su país. Chile acaba de celebrar el segundo centenario también, pero de su independencia, que en principio lo fue de la España napoleónica, en lealtad al rey Fernando VII, y se convirtió en una independencia de facto.
Al final de la recepción, Luis García Garrido se convirtió en el centro de atención, a medida que se supo que hoy será nombrado el nuevo delegado del Gobierno en Andalucía.