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Isabel Pantoja, bajo el foco mediático
La cantante deberá responder con un embargo por valor de 3,6 millones
Actualizado: GuardarLa tonadillera Isabel Pantoja abandonó ayer por segunda vez los juzgados de Marbella por la puerta que da a los calabozos. Casi tres años y medio después de ser detenida y de eludir la cárcel al pagar una fianza de 90.000 euros, la cantante volvió a utilizar esta vía de entrada de arrestados y presos para salir de la sede judicial. No lo quedó otra. La decisión la tomó el juez que instruye el proceso penal desglosado del 'caso Malaya' sobre un presunto blanqueo de capitales en el que Pantoja se encuentra acusada. ¿La razón? Preservar la integridad física de la artista después del acoso sufrido a su llegada por parte de los medios de comunicación, a los que el magistrado reprobó su comportamiento.
El instructor de la causa, Sergio Ruiz, no exageró. La tonadillera acudió al Juzgado de Instrucción número 5 de Marbella para que se le notificara la apertura de juicio oral por este caso, en el que se enfrenta a una pena de tres años y medio de prisión. Pantoja había sido citada a las diez de la mañana, junto a otros cuatro acusados, pero se presentó casi una hora antes, quizás con objeto de evitar a parte de los medios de comunicación. Una estrategia que al ex alcalde de Marbella Julián Muñoz, también imputado en el procedimiento, le había salido bien el pasado miércoles. A la cantante no le sirvió de nada. Ni mucho menos.
Decenas de cámaras de televisión y fotógrafos aguardaban a la acusada en los juzgados desde las ocho de la mañana. Durante la espera, a los medios de comunicación, la mayoría de corte rosa, se le fueron sumando vecinos de la ciudad, curiosos y espontáneos que no dudaron en hacer también guardia en las inmediaciones ante la anunciada llegada de la artista. Cuando el vehículo de alta gama en el que viajaba Pantoja llegó a la sede judicial el alud de personas que se echó encima del automóvil era tal que durante varios minutos la cantante se vio obligada a permanecer en el interior del mismo. La avalancha de gente impedía abrir las puertas.
Después aún fue peor. Aunque escoltada por la Policía, la cantante era incapaz de abrirse paso ante la turba de medios de comunicación por las escaleras de acceso a los juzgados. El hostigamiento a lo largo de la lenta marcha originó incluso que se desgarrara el vestido de la tonadillera, que se presentó ante el juez instructor con la prenda rota. Fue entonces cuando el magistrado optó por habilitar una salida alternativa y decidió que la acusada abandonara las dependencias por puerta de los calabozos. Ruiz no dudó además en mandar un mensaje a los periodistas, por medio de fuentes judiciales, para reprobar su actuación y mostrar su malestar ante lo sucedido.
La marcha tampoco resultó tranquila. Pantoja dejó despacio los calabozos y antes de entrar en su vehículo se paró para mirar a los medios de comunicación y al público congregado frente a la salida. Algunos de los asistentes consideraron que se trataba de una actitud desafiante y comenzaron a insultar a la cantante. Cuando el vehículo accedió a la calle, nueva avalancha de medios gráficos, reporteros y espontáneos, que siguieron al turismo durante un tramo de la vía. Hasta que el automóvil, con la tonadillera en su interior, pudo por fin dejar atrás a sus incómodos acompañantes.
Todo ello en una jornada en la que Pantoja debía cumplir con un mero trámite procesal para conocer de manera oficial la apertura del juicio oral y el requerimiento del juez de prestar los más de 3,6 millones de euros que se le exigen para cubrir su supuesta responsabilidad civil. Como el resto de los acusados, la cantante dispone de 24 horas para depositar dicha cuantía, que coincide con el importe que la Fiscalía y el Ayuntamiento de Marbella, personado como acusación particular, le solicitan en concepto de multa.
No dispone del dinero
Pantoja responderá con sus bienes a la fianza, al no disponer del dinero que se le pide, según informaron fuentes del entorno de la cantante. Será el juez el que deberá ordenar el embargo de las propiedades de la tonadillera que garantice el importe de la fianza. Lo mismo ocurrirá en el caso del ex alcalde de Marbella Julián Muñoz y de la que fue su esposa, Maite Zaldívar, ambos imputados también en este procedimiento y que ayer no depositaron las fianzas que se les exige, fijadas en 7,4 y 2,6 millones de euros, respectivamente.
La Fiscalía mantiene que Muñoz utilizó a Zaldívar y a Pantoja, con el consentimiento y la colaboración de ambas, para ocultar un incremento patrimonial derivado de sus supuestas actividades ilícitas en el Ayuntamiento. Para el ex regidor la Fiscalía solicita siete años y medio de prisión, mientras que su ex mujer deberá enfrentarse a una pena de tres años y seis meses de cárcel. Tras la notificación de la apertura del juicio oral tendrá lugar la presentación de los escritos de defensa y el caso se trasladará a la Audiencia Provincial. Cuando comience el juicio, previsiblemente regresará el circo mediático.