El PP exige derogar la congelación de las pensiones antes de reformarlas
En un agrio debate en el Congreso, Rajoy acusa a Zapatero de haber roto quince años de acuerdos en esta materia
MADRID. Actualizado: GuardarLa guerra de las pensiones llega al Congreso de los Diputados. El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, condicionó ayer su apoyo a un eventual acuerdo dentro de la comisión del Pacto de Toledo para reformar las pensiones a que el Gobierno renuncie a su congelación en 2011, en contra de lo previsto en el Real Decreto aprobado en mayo pasado, que estableció además una bajada de los sueldos públicos y recortes sociales al objeto de reconducir el abultado déficit de las administraciones públicas.
Rajoy y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se enzarzaron durante la sesión de control al Ejecutivo celebrada en la Cámara Baja en una agria discusión en torno a la congelación de las pagas a los jubilados y a la eventual reforma del sistema. El líder de los populares acusó en dos ocasiones a Rodríguez Zapatero de vulnerar con esta medida el Pacto de Toledo y le reprochó otras tantas que el grupo socialista haya «vetado» un debate parlamentario sobre este asunto. «Le pido que rectifique a fin de recuperar la credibilidad para que podamos llegar a algún acuerdo. Si no, va a ser muy difícil», zanjó.
El presidente del PP echó en cara al jefe del Ejecutivo haber «roto quince años de acuerdo en materia de pensiones» con su decisión de congelar las pagas en 2011. Los populares, señaló su presidente, cumplieron escrupulosamente el Pacto de Toledo durante sus respectivos mandatos -entre 1996 y 2004-, mientras que ahora el PSOE «no lo cumple en un punto tan importante como es la revalorización automática» por primera vez en quince años.
El dirigente popular también dejó claro su enfado por la negativa de los socialistas a debatir siquiera una alternativa a la congelación de las pagas. «Usted no ha pactado con ninguno de los grupos, ni siquiera nos ha informado; lo ha decidido unilateralmente. Ha incumplido cinco mandatos de esta cámara y además ha vetado el debate sobre este asunto en esta cámara», se quejó. A continuación, anunció la intención de su grupo de proponer opciones distintas a la congelación. «Vamos a presentar otra vez una enmienda en el debate de los presupuestos que viene ahora, y le exijo a usted que no vete el debate de esa enmienda en las Cortes», demandó.
El cara a cara de esta semana entre los líderes de los dos principales partidos derivó en una agria discusión por demostrar cuál de las dos formaciones ha hecho más por mejorar la situación de los jubilados durante sus respectivas etapas al frente del Gobierno. El momento para la discusión no es intrascendente en términos políticos. El próximo 28 de noviembre hay elecciones en Cataluña, y el 22 de mayo de 2011 se celebran en toda España los comicios municipales y autonómicos. En ese contexto, ambos líderes pugnarán por demostrar que son los máximos valedores del bienestar de un colectivo que conforman 3,4 millones de personas con derecho a voto.
«Respeto permanente»
El presidente del Gobierno reivindicó el papel de su partido en la fundación del Pacto de Toledo. Un acuerdo «que hemos respetado permanentemente», recalcó mientras los rumores y cometarios provenientes de la bancada popular inundaban el hemiciclo. En ese punto, explicó que «en una circunstancia excepcional y en un punto concreto» -por culpa de la grave crisis económica- «el Gobierno se ha visto obligado a tomar la decisión de no incorporar la revalorización de las pensiones para el próximo año».
Rodríguez Zapatero afirmó a renglón seguido que desde su llegada al poder en 2004 la pensión media creció un 16%, es decir, un 2,5% en promedio anual descontada la inflación, mientras que en la etapa de José María Aznar las pagas «tan solo» aumentaron un 1,9% cada ejercicio. En el caso de las pensiones mínimas, explicó que desde 2004 han mejorado un 27%, mientras que con el PP el avance fue de solo el 3,6% en ocho años. El PP contraatacó más tarde con la publicación de un documento que cifra en una horquilla que va desde el 27% al 36% el incremento de las distintas pensiones de jubilación entre 1996 y 2004.
Pese al órdago lanzado por Rajoy, el PP sigue colaborando en los debates del Pacto de Toledo. Ayer propuso a la comisión que la reforma del sistema permita compatibilizar el cobro de la pensión completa por jubilación con la percepción de un salario, al objeto de fomentar la reinserción en el mercado laboral de los mayores de 65 años y la ampliación voluntaria de la vida laboral. El PSOE y las minorías de izquierda rechazan en redondo la iniciativa.