'El pensador' reflexiona desde la calle Ancha
El director de la Escuela de Arte, Luis Gonzalo, explica a LA VOZ las claves de la obra del artista parisinoLas esculturas de Auguste Rodin ya pueden verse en la céntrica calle
ANA LEÑADOR | CÁDIZ Actualizado: GuardarDesde ayer los viandantes que recorren la calle Ancha son observados por siete personajes enigmáticos. Portadores de una anatomía excepcional, sus cuerpos reflejan angustia, dolor, tensión y preocupación. Sufren en silencio, ajenos al bullicio que les rodea. A su alrededor, sólo hay júbilo, calma y la alegría de quien disfruta de un día de asueto. Uno de ellos atiende a sus cavilaciones, con la mirada puesta en el suelo, los otros, concebidos para estar unidos en conjunto, lucen separados unos metros de otros. Pese a la distancia, comparten el horror que vieron sus ojos muchos años atrás, en una guerra muy muy lejana. Rendidos, derrotados, sus posturas representan una «lenta procesión hasta la muerte». Y es que pocos han sufrido las consecuencias de una contienda que duró nada menos que cien años.
Sus músculos reflejan ese desgaste y sus miradas, la decepción y el desaliento. Mientras tanto, un niño juega con una pelota a su alrededor. Paradojas de la vida. Y una joven pareja se detiene a admirar su silueta. Los seis burgueses asisten impotentes a una realidad que les es extraña. Están enclavados en un universo al que no pertenecen. Algunos están vestidos, pero otros, incluso, se alzan a la vista de todos desprovistos de sus vestiduras.
El sufrimiento no cesa. Pero su compañía es cambiante, ya que en los últimos años han viajado por todo el país. Se han echado a la calle, con estupor, para demostrar la expresividad que les concedió su creador, el parisino Auguste Rodin, un artista que estableció las bases de la escultura moderna actual. Sus hijos, fundidos en bronce, son la única huella que queda en el mundo de su magnífico autor, admirador de Miguel Ángel y de la escultura clásica.
Esta mañana se ha inaugurado una de las muestras más importantes programadas en la ciudad. Resultado de un convenio entre el Ayuntamiento de Cádiz y la Fundación 'la Caixa' llega a la capital 'Arte en la calle'. Desde hoy y hasta el 24 de octubre gaditanos y turistas podrán admirar en pleno casco histórico una de las obras más importantes de Rodin, 'El Pensador', que junto a 'El Beso', conforman sus piezas maestras. Junto a la figura de Dante en pleno proceso de meditación, también pueden observarse las seis figuras que forman el conjunto monumental de 'Los Burgueses de Calais', que representa a los seis notables ciudadanos de esta ciudad francesa que entregaron las llaves de Calais al rey Eduardo III tras la victoria inglesa en la Guerra de los Cien Años.
Un paseo 'con arte'
Luis Gonzalo, director de la Escuela de Arte, deambula entre las figuras por la céntrica calle gaditana. «Rodin es el punto de partida de la escultura moderna, sobre todo del impresionismo», apunta. «Su obra tiene ritmo, composición y plasticidad. Es muy avanzada para su época».
Educado en la Escuela de las Artes Decorativas de París, exploró el concepto de la anatomía humana, lo que le valió la «envidia de los escultores de la Academia de Bellas Artes de París». Rodin siempre estuvo muy próximo a la burguesía. Su producción se divide en dos: «una escultura decorativa y otra más pura, popular y transgresora». En esta última línea se enmarca 'Los burgueses de Calais'.
«Rodin elabora sus piezas a través del vaciado. Eso sí, en su época las hacía en yeso, no en bronce. Para él la imagen era superior al material con el que estaba construida la obra».
«Echo en falta 'El Beso'», afirma Gonzalo, que admira las líneas de la anatomía de 'El Pensador', los músculos contraídos, el mentón apoyado en la mano. Esta figura, «inspirada en el Moisés de Miguel Ángel», fue concebida para decorar 'La puerta del infierno', que reflejaba el universo de Dante como «metáfora de la condición humana». En la obra, el poeta italiano piensa «sobre los horrores que está viendo ante sus ojos». Su posición expresa «soledad, pasividad y preocupación». Ahora compartirá esos sentimientos con los gaditanos y sus cavilaciones tendrán otro escenario, el de la calle Ancha.