El Santísimo Cristo de la Sed, justo en el momento de acceder al que desde ayer es su nuevo barrio, el de las Puertas del Sur. :: ESTEBAN
Jerez

El Cristo de la Sed ya es el auténtico Señor de las Puertas del Sur

Multitudinaria procesión que salió de San Miguel a las once de la mañana, y que llevó al crucificado a su nueva sede canónica

JEREZ Actualizado: Guardar
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Era obvio que el Cristo había levantado expectación. En todos los foros cofrades no se hablaba de otra cosa. De hecho, el intento de salida del pasado sábado, aguado por las condiciones climatológicas adversas, no hizo sino aumentar las ganas de una agrupación que ha trabajado, y de qué manera, para ser hoy una realidad importante de nuestras cofradías. Estaba claro que la procesión sería seguida con lupa por muchos cofrades de la ciudad, pero las previsiones se quedaron cortas ante lo que ayer sucedió cuando el Cristo de la Sed, el flamante crucificado de Elías Rodríguez Picón, enfiló la cuesta del Agrimensor tras dejar atrás la que, de alguna manera, siempre será su casa, la parroquia de San Miguel.

Tras dos meses de intenso trabajo en la histórica parroquia jerezana, tras sesenta días de preparativos que incluyeron la bendición del Cristo en el presbiterio del templo, o el triduo de acción de gracias en el sagrario, a las once de la mañana se produjo la despedida, en la que tanto el director espiritual de la agrupación como el párroco de San Miguel quisieron dejar latente el sentimiento de generosidad y agradecimiento que ha imperado en estos meses de convivencia. Una despedida que se produjo frente al Santo Crucifijo de la Salud, que ha sido padrino de la bendición de la imagen, y que junto con la Lanzada, el Cristo de la Expiración, la Salud de San Rafael y la banda de cornetas de la Presentación al Pueblo, de Dos Hermanas, fueron las representaciones que se dieron cita en el amplio cortejo que la agrupación parroquial del Santísimo Cristo de la Sed y Nuestra Señora del Amparo colocó en la calle pese a su insultante juventud.

Precisamente una de las mayores preocupaciones de la agrupación era la ausencia obligada de la espectacular banda de cornetas de la Presentación al Pueblo, que acompaña a la trianera imagen del Cachorro. Por motivos laborales, y pese al hermanamiento existente, la formación musical no pudo acompañar al Cristo de la Sed en su primera salida procesional, aunque sí pudo hacerlo gracias a unas gestiones de última hora la banda del Nazareno de Huelva, que cumplió con creces con su cometido.

Y lo que ocurrió fue místico, mágico... Porque Jerez, al fin, respondió. En puente, en día festivo, por la mañana... Con todos los condicionantes que siempre se buscan como excusa para justificar la ausencia de público en las procesiones de nuestra ciudad. Jerez respondió, y el Cristo de la Sed bajó hasta su nueva casa, el barrio de las Puertas del Sur, envuelto en una multitud que debería hacer pensar al resto de agrupaciones y a más de una cofradía en qué se pueden estar equivocando, en qué pueden estar errando para no tener este tirón popular. Salió el Cristo de la Sed, y con él, salió un barrio entero necesitado de fe, de valores, de imágenes que le hagan tener más clara sus vivencias, sus recuerdos, su propia historia. No tienen templo, pero ya tienen Cristo. Y con él, ha llegado la Iglesia, escrita con mayúsculas, a las Puertas del Sur.