ESPAÑA

Grupos radicales se manifiestan en Barcelona sin incidentes

El dispositivo policial evitó enfrentamientos entre ultraderechistas y ultraizquierdistas con motivo del Día de la Fiesta Nacional

BARCELONA. Actualizado: Guardar
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Aunque la celebración del 12 de octubre en Barcelona se preveía más caliente que en ocasiones anteriores, al final, la jornada transcurrió sin incidentes destacados.

Tras las graves algaradas registradas durante la huelga general del 29 de septiembre, que se saldó con 80 heridos y 43 detenidos por provocar el caos en la ciudad, se esperaban altercados en Barcelona. Más aún, porque por primera vez una formación ultraderechista, el Moviment Social Republicà (MSR), decidió trasladar su concentración al centro de la ciudad, en lugar de manifestarse en el castillo de Montjuic, donde se concentraron unos 300 militantes de Democracia Nacional, que, bandera preconstitucional en mano, corearon gritos a favor de Franco y José Antonio Primo de Rivera y lemas partidarios de la supresión de las comunidades autónomas.

El MSR cargó contra Josep Lluis Carod-Rovira y Joan Laporta, «esas ratas separatistas», y finalizaron su acto amputando la estrella independentista de una bandera catalana. El Moviment Social Republicà, que cargó contra los inmigrantes, sionistas o norteamericanos, utilizó el mitin para anunciar su candidatura a las elecciones catalanas del próximo 28 de noviembre. «Los únicos cerdos son los independentistas», vociferaron los ultraderechistas.

La numerosa presencia policial evitó enfrentamientos entre grupos ultras y activistas de extrema izquierda que pretendían boicotear el acto. El mal tiempo también disuadió a numerosos alborotadores, que prefirieron quedarse en casa.

Mientras, la manifestación que los movimientos independentistas, internacionalistas, antisistema y anti-fascistas organizaron en la céntrica plaza de Cataluña también transcurrió de forma pacífica. Ni siquiera la prohibición de marchar por las Ramblas motivó la reacción de los manifestantes y, por tanto, hizo innecesaria la intervención de la Policía.

Los cerca de 400 manifestantes corearon gritos a favor de la independencia y en contra del «genocida» Estado español. El ambiente festivo caracterizó la marcha y en esta ocasión nadie la tomó contra el mobiliario urbano.

«Gesto de disgusto»

En el plano político, uno de los socios políticos del PSC en el Govern, Esquerra Republicana de Catalunya, volvió a criticar la presencia del presidente de la Generalitat, José Montilla en los actos de celebración del Día de la Fiesta Nacional en Madrid, sobre todo después de verle departir de forma amistosa con la presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, a quien el jefe del ejecutivo autónomo catalán saludó con dos besos durante la recepción real.

«Lo mínimo que se merecían las instituciones del Estado después de la sentencia del 'Estatut' era un gesto de disgusto en forma de plantón del muy honorable presidente», dijo el número dos de Esquerra, Joan Ridao.

El secretario general de los republicanos consideró que los catalanes no tenían nada que celebrar en el Día de la Fiesta Nacional de España porque «la nostalgia imperial» no va con ellos y porque tienen su propia fiesta nacional. Montilla, según el dirigente de Esquerra, debe pensar que con su presencia en los actos oficiales de Madrid hace un guiño a «los sectores más españolistas de su electorado».

Emplazó además a todas las fuerzas políticas a suscribir el compromiso de no instrumentalizar la inmigración en campaña electoral, tras la polémica suscitada por las propuestas del PP, como restringir el empadronamiento a los inmigrantes en situación irregular en España y ceder todos los datos del Padrón a la policía para que actúe en consecuencia. No se debe caer «en las provocaciones del PP», alertó Ridao.