Dos de los afectados señalan la cubierta de la factoría, que colinda con las viviendas. :: J. C. CORCHADO
Jerez

«Están jugando con la salud de los vecinos»

Residentes de Jardines de Tempul advierten de que el techo del recinto se está deteriorando y desprende una serie de sustancias tóxicas Preocupación por el estado de una fábrica abandonada

JEREZ. Actualizado: Guardar
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A pesar de que sólo cuenta con unos pocos años de vida, la urbanización Jardines de Tempul intenta sobrevivir como puede a la «dejadez» y el «abandono» a los que está siendo sometida por parte del Ayuntamiento de Jerez, como así lo denuncian los propios vecinos. Uno de ellos, Francisco de la Calle, ha trasladado a este medio la preocupación que asalta a los residentes con respecto a la cercanía de una fábrica de cartón en desuso, cuyo techo de uralita aseguran que se está cayendo a trozos y que supone una seria amenaza para la salud de la comunidad.

«Ese techo se está deteriorando y es insalubre -explica el afectado-. Nos hemos asesorado por expertos que lo han certificado, pero el Ayuntamiento no nos hace ningún caso. Las partículas que tiene el material se respiran y se clavan en los pulmones, y por eso queremos que lo desmantelen todo. Están jugando con la salud de los vecinos». La citada fábrica, ubicada en la calle Taxdirt, se encuentra abandonada desde hace un tiempo y los vecinos se están quejando no sólo del problema de la cubierta, sino también de que se ha convertido en nido de ratas, palomas y otros animales.

«La zona está dejada de la mano de Dios -sentencia De la Calle-. Ya hemos cursado varias peticiones para que nos hagan caso, pero no ha habido ningún éxito». Y es que ésta no es la única reivindicación de una urbanización cuyos inquilinos expresan un profundo descontento sobre su mantenimiento en general.

Así, señalan una necesidad acuciante de limpieza y tala de árboles que en absoluto está satisfecha, además de una deficiencia en materia de infraestructuras que va desde la falta de arreglo del acerado hasta la escasez de espacios comunes. «Llevamos mucho tiempo reivindicando una zona de ocio para los niños. En el PGOU hay una parcela específica para equipamiento público, pero aquí no se ha hecho nada».

La consecuencia de ello es que la asociación vecinal no cuenta tampoco con una sede y sus miembros han de reunirse en sótanos que no cumplen unas condiciones óptimas y que han sido cedidos por uno de los bloques de pisos. En la misma línea, apuntan a que es necesario que se repongan bancos, papeleras y a grandes rasgos todo tipo de mobiliario urbano, junto a la dotación de cartelería. Una serie de demandas que, si no ven satisfechas en un periodo razonable de tiempo, podrían propiciar medidas más drásticas en pro de una mejora de la calidad de vida de los perjudicados.