NERVIOSISMO

Así es como pienso que está el cuadro técnico del Cádiz, muy nervioso. Y eso se nota. Además, se nota tela del telón. Y ese nerviosismo creo que se está trasladando a la grada, en forma de desconfianza hacia ellos, y lo que me parece más peligroso es que se está trasladando también al equipo. No se puede perder un partido que ganas por uno a dos ante un rival con un hombre menos y encima que la razón de la derrota (según Vidakovic) sea por ir a buscar el tercero. Es que estaba obligado a buscar el tercero (según Manolo Camacho) para matar el partido y máxime con el Poli con diez sobre el campo. No me parece una escusa convincente. Perdemos porque el tiki-taka está bien hasta que resulta inofensivo para el contrario, entonces hay que buscar el plan b. Pero como dijo en su día Vidakovic, no existe plan b. Al míster se lo nota nervioso en sus ruedas de prensa, especialmente después de perder. Y al segundo entrenador se le nota al insultar perdiendo al mismo tiempo las formas, los papeles y la razón que pudiera tener. Que deje de insultar y que se preocupe de estar pendiente de otras cosas. Por ejemplo de los cambios para que no haya más alineaciones indebidas. También, además del nerviosismo, desde el banquillo hace falta dar un grito de vez en cuando para poner las pilas. Y luego también hacer los cambios con alguna idea, no sólo por hacerlos ¿Para qué ponemos dos delanteros de referencia arriba si somos incapaces de practicar un fútbol directo? Pachón y Hugo García apenas recibieron balones, ni siquiera de cabeza. Me da la sensación que Risto tiene poco aguante, ya que la presión a la que debe estar sometido el entrenador del Cádiz en Segunda B, en la actualidad me parece hasta menor de la que debería ser en un equipo con urgencias. Dos derrotas hasta la fecha. Y ahora viene el Ceuta de Peguero, que no anda bien, pero ¿quién esta peor, nosotros o ellos? Y punto.