Lección de fútbol del Pozoblanco en La Línea
LA LÍNEA. Actualizado: GuardarTras presenciar un encuentro como el que ayer disputaron Real Balompédica Linense y Club Deportivo Pozoblanco es fácil caer en la búsqueda de múltiples excusas que justifiquen la derrota albinegra. Pero no cuestión de autoengañarse, más bien de todo lo contrario, de analizar la cruda realidad. La Balona perdió tres puntos de oro porque el rival fue superior en todos los sentidos y dejó sobre el terreno de juego todo un decálogo de cualidades de cómo ser un equipo aspirativo en esta Tercera División. Lo demás son milongas.
Y es que los cordobeses nunca temieron por el resultado, fueron efectivos en ataque, con un Hugo Díaz al que se le queda pequeña la categoría, expeditivos en defensa, con un Acaíñas por el que parece que no pasan los años, y muy inteligentes en la creación, bajo la batuta de Jorge García, que ayer dio una lección de cómo echarse un equipo a la espalda para que todas las piezas funcionen.
Y no es que la Balona hiciese un partido malo de solemnidad, simplemente fue superada por un equipo bastante mejor. Los linenses tiraron por la borda una vez más la primera parte con dos errores de patio de colegio y no fueron capaces de controlar el ritmo del choque, con un fútbol lento que se atragantaba en la medular y no terminaba de avanzar. La baja de Carlos Guerra fue determinante, sobre todo porque es insustituible, y mucho menos por otro jugador de características más defensivas. Ezequiel no estuvo a la altura.