La llegada de una perforadora hasta los mineros chilenos es inminente
Los operarios se entrenan para el fin del rescate, cuyo ascenso a la superficie podría dilatarse hasta el jueves
Actualizado: GuardarAl cierre de esta edición, los encargados del rescate de los 33 mineros chilenos atrapados a 700 metros bajo tierra desde el 5 de agosto esperaban llegar con una perforación de 66 centímetros de diámetro al taller donde resisten los operarios. «Hoy puede ser un gran día», declaró el ministro de Minería, Laurence Golborne, eufórico, mientras parafraseaba a Joan Manuel Serrat.
Hasta ahora se habían realizado sondas para el envío de material, pero ninguna tenía el diámetro requerido para permitir el ascenso. Tres perforadoras se volcaron en el rescate y una de ellas, la más ancha, está cerca de dar con los mineros. La excavadora había llegado ayer hasta los 585 metros de profundidad y le restaban menos de 40 metros para llegar hasta el refugio.
El ministro de Salud, Jaime Mañalich, adelantó que los técnicos evalúan encamisar el tercio superior del conducto, a fin de evitar desprendimientos de roca que traben la cápsula de ascenso. Ese procedimiento obliga a aplazar unos días más la subida a la superficie.
Mañalich anunció primero que el martes próximo comenzarían a subirlos, pero más tarde admitió que podría ser el miércoles o jueves. «Eso no lo sabemos», reconoció. El Gobierno prometió que los mineros serían rescatados antes de Navidad, y luego los plazos se adelantaron a noviembre y ahora a octubre. Pero es casi un hecho ya que el rescate será antes de que el presidente Sebastián Piñera viaje a Europa el día 15.
Ayer, la labor final de la perforadora debió detenerse por algunas horas para realizar el mantenimiento del martillo que empuja la piedra. Los familiares se preparaban para celebrar el momento en que el túnel llegara hasta los suyos. El encuentro desde lo alto de un cerro sería avisado con el sonar de sirenas y bocinas.
Los trabajadores soterrados, mientras tanto, se entrenan para el reto final. Tendrán que soportar los últimos días de estrés y el ascenso en una cápsula cuya eficacia no está probada ya que se trata de un operativo sin precedentes. Los operarios realizan ejercicios diarios que los mantienen en forma. Una vez arriba, permanecerán unas horas en un hospital de campaña montado junto a la mina San José, donde podrán ser visitados por un familiar, hasta que sean trasladados para una revisión general al Hospital de Copiapó, la ciudad más cercana al yacimiento.