La etapa del pacto entre el PSOE y el PSA fue especialmente convulsa para la ciudad. :: LA VOZ
Jerez

El dueño de Jerecom asegura que hubo facturas falsas con Pacheco y con Sánchez

José Grimaldi apunta en su declaración a dos gerentes de Urbanismo que le encargaban las obras por «orden de arriba»

JEREZ. Actualizado: Guardar
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El caso Jerecom, donde las relaciones entre la constructora que quebró en 2007 y la extinta Gerencia de Urbanismo están en el punto de mira, se ha convertido en un nuevo quebradero de cabeza para los gobernantes. No se puede olvidar que la investigación de la Fiscalía Anticorrupción -al igual que en el caso de los asesores- está motivada por la extensa documentación remitida por Pilar Sánchez para investigar la gestión en la etapa de Pedro Pacheco.

En la declaración ante la jueza que instruye el caso el ex responsable de la empresa, José Grimaldi, dirige sin embargo su dedo acusador sólo contra la regidora. No obstante, de sus palabras ante la magistrada se desprende que las presuntas irregularidades se habrían cometido tanto en la etapa de Pedro Pacheco como en la de Pilar Sánchez. Así, primero cita a Luis Cruz, que «cayó enfermo en marzo de 2007», y luego a José Agüera, que lo sustituyó. Hay que tener en cuenta que por entonces todavía Pacheco era delegado de Urbanismo, ya que hasta el 26 de marzo no fue destituido por la alcaldesa.

«El declarante manifiesta que a través de su empresa trabajaba con la Gerencia de Urbanismo; y que se relacionaba para gestionar las obras con el gerente de Urbanismo, que era en ese momento Luis Cruz, que cayó enfermo en marzo de 2007 y lo sustituyó José Agüera», sostiene en su declaración, a la que ha tenido acceso este medio.

A continuación, Grimaldi habla de «facturas por obras mayores que se relacionan con obras no realizadas» y que, sumadas «a otras tantas no incorporadas, ascienden a 600.000 euros de una obra encargada al declarante por parte de Luis Cruz de una reforma en la casa hermandad de Jerez en el Rocío». También señala que «inicialmente el presupuesto era de 300.000 euros, pero luego fue variando en función de los cambios».

Asimismo, manifiesta que «cuando le encargaron la obra en el Rocío le preguntó a Luis Cruz de quién venía el encargo, pues conocía que en esos momentos había problemas en el Ayuntamiento y ya era alcaldesa Pilar Sánchez», por lo que «quizás un día Luis Cruz era responsable y al otro ya no».

Sorpresa del gerente

Sea como fuere, el gerente le contestó que «la orden venía de arriba, que se pagaría con obras menores y que llegarían a un acuerdo». Días después de iniciarse la obra, «Luis Cruz cayó enfermo y se encargó de ella el señor Agüero». Llama especialmente la atención que «al principio al señor Agüero le chocó un poco cuando el declarante le comentó que habían pactado pagar la obra con obras menores, pero aquello se continuó».

Como se aproximaban las elecciones y las cantidades eran muy elevadas, sostuvo José Grimaldi ante la jueza, se acordó un encuentro en el que también estuvieron el tesorero del Ayuntamiento y el arquitecto municipal: «En dicha reunión se acordó emitir facturas referidas a obras menores que se pasarían a la Gerencia y que alguien las pagaría».

«Inicialmente el declarante las emitió por cantidades elevadas hasta 600.000 euros, pero el tesorero le dice que no, que debe hacerlo por cantidades más pequeñas al tratarse de obras que no iban a requerir previa licencia ni concurso, y que además se buscara a algunas empresas para que no diera el cante la emisión de tantas facturas».

Empresas familiares

Grimaldi reconoció que acudió a empresas de amigos y familiares para emitir estas facturas. También afirmó que en las elecciones municipales del 27 de mayo la alcaldesa asistió a la inauguración de la casa hermandad, pero a partir del 28 «nadie quería saber nada». Eso sí, Grimaldi parece querer exculpar en todo momento al ex alcalde Pedro Pacheco e insiste en que «Pilar Sánchez estaba al corriente de todo el acuerdo al que se había llegado para pagar esta obra, tanto con el señor Cruz como con el señor Agüera».

Además, recalca que «cuando se encarga la obra en marzo de 2007 al Ayuntamiento queda claro que se trata de un regalo a la Hermandad de Jerez en el Rocío, un regalo de Pilar Sánchez a la hermandad».

La alcaldesa, de hecho, ya ha anunciado que ha puesto en manos de su gabinete jurídico el estudio de acciones legales contra el responsable de la constructora, que «la acusa malintencionadamente» según el delegado de Urbanismo.

Además, Grimaldi, preguntado sobre quién realiza un pago de 69.000 euros, «manifiesta que se hace a nombre de la Gerencia Municipal de Urbanismo, si bien sabe que corrió de cuenta del PSOE, que era el que gobernaba en ese momento» en la ciudad.

Un «apestado» para el PSOE

Eso sí, «a partir del día 28 de mayo coincidiendo con la mayoría absoluta del PSOE, el declarante pasó a ser un apestado para la Gerencia».

Como si se tratara de un boomerang, la documentación remitida por la alcaldesa a la jueza parece haberse vuelto contra ella, a quien acusa directamente el imputado. Éste está acusado por los delitos de malversación de fondos públicos y falsedad documental, en relación con la emisión de facturas falsas. En todo momento, él reconoce su culpabilidad en el asunto, si bien asegura que tirará de la manta.