IRAS Y FOBIAS

Me río del revuelo que se ha formado con la aparición de Antonio Fernández Monterrubio en la reunión que el Grupo Andalucía mantuvo el miércoles en Córdoba. No entiendo por qué saltaron las alarmas cuando se vio el careto del sevillano entre los directores generales y presidentes de algunos de los conjuntos de fútbol andaluces. «¿Estará todavía representado el Xerez? ¡Oh, no! ¡¿Cómo puede ser eso?!». Por favor señores, dejemos los miedos, iras y fobias del pasado de lado y centrémonos en el presente de un Xerez que más para bien que para mal está atado de pies y manos por una intervención judicial. Y digo que más para bien que para mal porque ahora gracias a la dirección de los administradores concursales el Deportivo puede quedar bastante aseadito, económicamente hablando. Si ellos deciden contratar durante unos meses a Monterrubio como asesor por seis mil euros -como afirma Jesús Rodríguez-, pues entiendo que será porque no encontrarán otra persona en el mercado que lo realice mejor a menor coste (quizás tampoco hayan rastreado demasiado a pesar del importante número de parados en Jerez). Está claro que en las arcas azulinas no rebosa el dinero -aunque dicho sea de paso, ahora están bastante cargaditas-, pero entiendo la posición de los administradores, pues contratar a Monterrubio es lo más cómodo.

Mención a parte merece el tema del G-A, pues si los directivos de los clubes más importantes de Andalucía cuentan con Antonio también tendrán sus argumentos. Por bueno, por malo, por feo, por alto o por bajo... sus motivos tendrán para contar con una persona que habrá sabido ganárselo. ¿Y qué más da? ¿Por qué continuar con esa fobia? No lo entiendo.

Sí que respeto el trabajo de los administradores. Ahora son ellos los que tienen las riendas del club y estoy seguro que se equivocarán en alguna decisión, pero ¿quizás será mejor que dirija el club Souza?, ¿o quizás Morales?