Hallan muerto a un bebé en la playa de Zarautz

Una niña de un año y medio apareció muerta ayer en aguas cercanas al puerto de Zarautz (Guipúzcoa). La Ertzaintza detuvo al padre de la menor y trata de esclarecer las circunstancias que rodean al caso. El progenitor declaró que la pequeña se despertó de madrugada y, sin que él se percatase, se alejó de la zona. La Policía cuestiona la veracidad de esta versión. El padre posee una decena de antecedentes policiales, varios de ellos por malos tratos hacia su esposa y otro por el secuestro de su propia hija, por el que ya había sido arrestado el pasado mes de julio.

Los hechos ocurrieron de madrugada. Según informó el departamento de Interior del Gobierno Vasco, el centro de atención de emergencias recibió a las 5.20 horas una llamada telefónica efectuada por el padre de la víctima, de 41 años, de nacionalidad marroquí y que se hace llamar Said, aunque este no es su nombre. El padre dijo que su hija de 18 meses, Chaid-Aisa, había desaparecido. Explicó que ambos dormían en una chabola en el parque Montetxio, al lado del puerto de la localidad.

A la zona acudieron efectivos de la Brigada Móvil de la Ertzaintza, con personal especializado en montaña y acompañados por perros adiestrados. También fueron agentes de la Guardia Municipal de la localidad y miembros de la DYA.

Apenas habían transcurrido unos minutos desde el inicio del rastreo cuando el cuerpo de la niña fue avistado inerte en el agua. Eran ya las nueve de la mañana. Agentes de la Ertzaintza saltaron al agua y recuperaron el cadáver, que depositaron sobre la arena. En el lugar se personaron la autoridad judicial y el médico forense. El cadáver de la niña fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Donostia donde se le practicó la autopsia. La juez de Azpeitia que instruye el caso ha decretado el secreto de las actuaciones.

La Ertzaintza abrió una investigación para esclarecer las circunstancias en las que se produjo el suceso. Fuentes consultadas ponen en duda de que la pequeña, con apenas año y medio, pudiese haber descendido de la zona en la que supuestamente pernoctaban, hubiese cruzado la carretera y llegado hasta al agua.

El padre fue detenido dado que sobre él pesaba una orden de busca y captura por incomparecencia en un juicio por quebrantamiento de condena. Said había convivido con una mujer rumana con quien tuvo a su hija ahora fallecida. La madre, a su vez tiene otro hijo, un niño de unos cinco años.