Oneto es habitual colaborador de diferentes programas de radio y de televisión. :: LA VOZ
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«Los periodistas ya no cuentan historias, cortan y pegan datos»

El isleño recibe hoy en el Real Teatro de Las Cortes el premio Agustín Merello de Comunicación que otorga la Asociación de la Prensa de CádizJosé Manuel Oneto Revuelta Periodista

SAN FERNANDO. Actualizado: Guardar
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Allá donde ha ido, siempre ha estado acompañado por sus raíces. Su tesón, esfuerzo y trabajo, le han reservado un lugar destacado en una profesión complicada y llena de altibajos, que ha sabido superar. La experiencia le ha convertido en una autoridad reconocida que debe ser escuchada a la hora de tratar ciertos temas. Sobretodo porque él, más que la voz, se ha convertido en la pluma de la libertad de expresión, la misma que hace 200 años nació en su tierra, San Fernando. Arma que convirtió en su particular bandera para contar la transición española. Los libros en los que realiza una radiografía de este periodo, han sido devorados con ansia por toda una generación dividida entre ese antes y después que marcó la historia de España.

Se trata de José Manuel Oneto Revuelta, más conocido como 'Pepe Oneto', aunque su seña más característica es ese flequillo que atraviesa parte de su cara, objetivo de las parodias de sus detractores, pero sin el que ya nadie le reconocería. Este isleño, ha pasado por multitud de publicaciones, periódicos, televisiones y radios. Ha colaborado, y colabora, en diferentes programas como contertulio de peso. Quizás los mayores reconocimientos le llegaron tras dirigir las revistas 'Cambio 16' y 'Tiempo'. Entre los premios que atesora se encuentra el Premio Nacional de Periodismo y una Antena de Oro de Televisión. A partir de hoy tendrá que hacer hueco a uno más, el galardón Agustín Merello de la Comunicación, otorgado por la Asociación de la Prensa de Cádiz. El jurado ha destacado su independencia, honestidad y pluralismo informativo, valores, que son especialmente significativos en este 2010, año en el que se conmemora el Bicentenario de la Promulgación del Decreto que consagró la Libertad de Expresión. Lo recogerá en el Real Teatro de Las Cortes, la casa de la libertad que dio vida al periodismo y que va a ver como dos siglos después uno de sus hijos se convierte en su principal exponente.

-¿Qué siente al recibir este premio en su casa?

-Es una gran satisfacción, sobre todo porque estamos inmersos en el Diez y porque me lo van a dar en el Real Teatro de Las Cortes, donde hace 200 años un mes de noviembre se promulgó la Libertad de Imprenta. Además, para mí éste es uno de los premios más prestigiosos que existen en cuanto a periodismo y con toda la carga anterior, su significado es mucho mayor.

-También es una buena oportunidad para volver a su tierra, ¿no?

-El mar es una de las cosas que más echo de menos, pero sobre todo bajo para reírme, y creo que ese es uno de los mejores eslóganes de Cádiz de cara al turismo, porque es el lugar donde uno ríe de forma más sana. Yo soy un gran loco del Carnaval y nunca falto a esta cita porque es el humor más surrealista que uno puede encontrarse.

-¿Y San Fernando cómo la ve?

-Pues considero que el Bicentenario ha conseguido cambiar un poco la imagen que se tenía de ella como una localidad llena de conflictos laborales y falta de empleo, así como por la pérdida de sus recursos militares. Ahora existe otra percepción.

-Entonces, ¿el Bicentenario ha conseguido traspasar con fuerza el puente Zuazo?

-Yo creo que sí. El acto del 24 de septiembre fue muy importante porque además de la visita de los Reyes y la representación del Congreso y del Senado, se consiguió una gran repercusión mediática, ya que no es nada sencillo que un telediario te dé 12 minutos. La gente está comenzando a descubrir la importancia que tuvieron Las Cortes de Cádiz y no sólo para España, sino para los países Iberoamericanos y en aspectos tan trascendentales como la libertad de imprenta, lo que permitió el desarrollo del periodismo.

-Profesión que conoce en profundidad. ¿Cuál es su estado de salud?

-En estos momentos el periodismo se encuentra pauperizado por las dificultades económicas de las empresas. En este panorama vuelve a estar en peligro la libertad de expresión y no por circunstancias políticas, sino por la necesidad de las empresas ante la crisis de exprimir a los profesionales para rentabilizarlos al máximo. Han caído la venta de ejemplares y los ingresos de publicidad. Hay que adaptarse a esto para subsistir.

-¿Esa supervivencia depende de las nuevas tecnologías?

-Las nuevas tecnologías deben ser entendidas como una herramienta de trabajo y no como un fin. Desafortunadamente se está perdiendo el periodismo de contar noticias porque los profesionales se han acostumbrado a cortar y pegar datos. El periodista ideal es el que sabe contar historias, aquel que llega a entusiasmar al lector y la realidad es que hoy en día resulta difícil encontrar historias vivas, contadas en primera persona con un lenguaje cuidado y brillante.

-¿Y en qué lugar queda Internet?

-Hay que saber aprovechar sus posibilidades. Desde luego ha sido una revolución porque antes la información era un privilegio del periodista y ahora no hay intermediarios. De todos modos, el problema sigue siendo la desinformación y no por falta sino por exceso. La comunicación se ha globalizado y existe una gran confusión por la falta de rigor y de la confirmación de las fuentes. Es un terreno peligroso en el que uno debe saber cómo y por dónde moverse.

-Pero, ¿la Red hará desaparecer a los periódicos?

-Soy una de las pocas personas que piensa que el papel no va a desaparecer. Existe un exceso de oferta informativa entre Internet, la radio y la televisión, medios que suelen ser la información del pobre que se cree lo que le cuentan pero que no llega a profundizar en los temas, ese siempre ha sido el baluarte de lo escrito. Es cierto que debe adaptares a los nuevos tiempos porque se ha producido una pérdida considerable de lectores ante el crecimiento y la expansión de la red. Hay que diversificar la oferta de los periódicos y hacerla más atractiva, hay que conectar de nuevo con un lector que se ha acomodado a las facilidades que existen en Internet.

-Por último, ¿qué consejo le da a los periodistas que empiezan ahora su camino?

-Primero que luchen mucho por hacerse un hueco. Aunque lo más importante es que no pierdan la curiosidad porque en esta profesión no se envejece inútilmente. Deben despertar sus inquietudes y no acomodarse en lo fácil.