Las familias aún esperan para declarar

Por ahora, sólo les queda esperar a que la Fiscalía los llamen a declarar para contar sus historias, sus sospechas y a presentar los pocos documentos que las pueden sostener. Las familias que denunciaron el posible robo y la venta de recién nacidos en las décadas de los sesenta y setenta en la provincia de Cádiz aguardan ese momento, a la declaración de la Fiscalía, aunque no de manera indolente: en los últimos meses se mantienen en contacto por las redes sociales de Internet para compartir cualquier descubrimiento, prueba o testimonio que arroje algo de luz o, al menos, demuestre que se cometieron irregularidades.

Mientras tanto, esperan ser citados no sin cierta impaciencia: «Nos dijeron que sería en julio, pero se retrasó. Ahora dicen que antes de que finalice el año nos llamarán», explica desde Irún Cristina Díaz, una de las primeras en denunciar la posible desaparición de su hermano en La Línea. Este miércoles volvió a visitar el Registro Civil de esta ciudad para buscar el legajo de abortos en el que se indica que su hermano se enterró en el cementerio linense, porque en el camposanto no aparece. Chary Herrera, en San Fernando, también aguarda ser llamada por la Fiscalía de Cádiz para presentar todo cuanto ha podido recopilar sobre la desaparición de una hermana en Zamacola. «Llamo a menudo, para ver cómo sigue el caso», explica. Ahora que el caso se mueve, tras tantos años de sospechas, no pueden evitar estar impacientes.