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Cameron pide sacrificios a los británicos

El primer ministro reitera en la conferencia conservadora su ideal de la 'gran sociedad' en vísperas del plan de recorte presupuestario

LONDRES. Actualizado: Guardar
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«Trabajemos juntos en el interés nacional». Así concluyó ayer David Cameron su primer discurso a la conferencia anual del Partido Conservador desde su elección como jefe del Gobierno. Y el tema de la unidad y de la «gran sociedad» fue recurrente en un argumento que prepara al país para el recorte en el gasto público.

'The Big Society' (La gran sociedad) ha sido un lema del liderazgo de Cameron. En sucesivas encarnaciones ha vestido la idea como descentralización, mutualismo y devolución de poderes a los ciudadanos. Ha sido criticada como un simple eslogan. Aunque el nuevo líder laborista, Ed Miliband, ha acuñado rápidamente una alternativa: la 'Good Society' (Buena sociedad), Cameron ha desoído las invitaciones a abandonar esa idea y la repitió ayer una y otra vez. «Debemos cambiar la manera en la que pensamos sobre nosotros mismos y sobre nuestro papel en la sociedad. Tu país te necesita», dijo. Pero luego ofreció pocos ejemplos concretos sobre cómo liderará esa transformación.

El más específico fue la creación de un Servicio Nacional Cívico para adolescentes y otro internacional para que jóvenes británicos puedan colaborar en otros lugares del mundo en proyectos de cooperación. Cameron pidió también que la gente se organice con la Policía en su barrio.

Su Gobierno promete descentralización, pero ha extendido inmediatamente un programa puesto en marcha por los laboristas que da independencia a las escuelas con respecto a los ayuntamientos o ha abolido órganos de desarrollo regional para sustituirlos por consorcios de ayuntamientos y empresas que no parecen tan diferentes.

El resto fue la invitación de Cameron a que la gente que tenga un gran proyecto para su comunidad se anime a liderarlo, a que quien quiera crear un negocio lo haga. El Gobierno les apoyará, prometió el nuevo primer ministro. Pero lo inminente tiene otros rasgos.

El gran recorte

Este año Hacienda pedirá prestado algo más de lo que gasta en el servicio público de salud, pagará en intereses de la deuda lo que abonan unos once millones de contribuyentes por su impuesto sobre la renta. Es, dijo el líder conservador, el estado «catastrófico» de las finanzas públicas. «El espíritu de la gran sociedad» -remató Cameron- «significa hacer frente a las deudas de esta generación».

El Ejecutivo se ha comprometido con un recorte que permita, en cuatro años y medio, eliminar el déficit estructural. Eso se traduce en reducciones promedio del 25% del gasto actual en buena parte de los ministerios. Y las decisiones sobre dónde intervendrá el bisturí en una operación tan grave se toman ahora con urgencia. En Defensa, donde había en marcha una revisión estratégica que implica una reflexión profunda sobre el papel del país en el mundo, el recorte urgente causa espasmos en un departamento tradicionalmente calificado como un desastre administrativo.

En Seguridad Social, el ministro Ian Duncan Smith promete que sustituirá todos los subsidios de un laberíntico sistema por uno solo, que tendrá la virtud de ser justo, de generar un tremendo ahorro y de acabar además con los vividores que explotan la protección social. Para empezar, esta semana se ha anunciado que en 2013 las familias en las que uno de los cónyuges gane más de 50.000 euros anuales no cobrarán el subsidio por niño, unos 95 euros mensuales. También que habrá un límite a la suma de ayudas que puede recibir una unidad familiar. Será el del salario medio nacional, unos 35.000 euros. Sólo los viejos, entre los que el voto es más conservador, parecen protegidos de estos recortes, que, en sus dos primeros pasos, han causado ultraje a abanderados de las clases medias o madres solteras. Se predicen ya con estas dos medidas fuertes movimientos de población que no podrá pagar sus alquileres, y el efecto negativo que estas migraciones tendrían sobre la educación ... Cameron alienta así la unidad social como paliativo de la reducción del Estado.