A Teófilo Santana se le incrementaban los marcadores tumorales cuando residía cerca de radiaciones electromagnéticas. :: J. C. CORCHADO
Jerez

«Experimentan con nuestra salud»

Teófilo Santana, que pleiteó por una central telefónica junto a su casa, pide que se reduzcan las emisiones de las antenas a niveles no nocivos

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Es ingeniero técnico en electricidad, ha ejercido como profesor y hace años que se le conoció en Jerez por su lucha contra las radiaciones electromagnéticas. Teófilo Santana ha entrado en el debate de la implantación de 166 nuevas antenas de telefonía móvil en la ciudad con un objetivo muy claro: que los dispositivos, aunque sean más numerosos, emitan radiaciones en niveles no nocivos para la salud.

La razón de su implicación en el asunto sigue al lado de la que era su vivienda habitual, cerca de Madre de Dios, junto a la que instalaron hace diez años una central de telefonía móvil de 600 metros cuadrados cuando la ley sólo permite 300. A Teófilo le subieron los marcadores tumorales de un cáncer que le había sido tratado tres años antes. «No se puede afirmar categóricamente que sea por eso pero hice una prueba: me marché a otra parte durante tres meses y me volvía a hacer los análisis. Habían bajado. Cuando regresé junto a la central, me volvieron a subir. Desde que me alejé de allí estoy bien», aseguró.

«No soy enemigo de las antenas sino que creo que deben tener menos potencia. Si es necesario duplicarlas o triplicarlas, que se haga, pero que no emitan ese nivel de radiaciones», insistió. Para Teófilo, la solución pasa por aprobar en el próximo pleno que los nuevos dispositivos emitan como máximo 0,1 microvatios por centímetro cuadrado, la cantidad que no es nociva para la salud. Pide, igualmente, «que todas las antenas ilegales y camufladas en cualquier artilugio se sancionen y se cierren de inmediato, lo que implica la colocación de nuevas antenas bien distribuidas».

Ahora sí, ahora no

Llevó hace años a los tribunales la instalación de la central de telefonía junto a su casa y en los juzgados de Jerez ganó. «Recibí la visita de Pilar Sánchez y de Antonio Fernández y me dijeron que aquello era un disparate», recordó. Curiosamente, «fue el Ayuntamiento el que al tiempo recurrió la sentencia y la ganaron», dijo.

Santana, que hoy tiene 74 años, asegura que «hay que pensar en las personas que vienen detrás. No debemos aceptar que sigan experimentando indiscriminadamente con nosotros sin permiso. Eso es un delito». «Nunca se ha hecho un estudio epidemiológico de la incidencia de las radiaciones. Estamos abandonados y necesitamos que las autoridades se preocupen por la salud de los ciudadanos», añadió.

La idea de Teófilo no es nueva puesto que ya la aplican otros ayuntamientos españoles. El profesor lanza un mensaje a los concejales del Ayuntamiento de Jerez: «Espero que tengan la suficiente responsabilidad y sensibilidad para decidir si su voto va a beneficiar la salud de los jerezanos o los intereses de las compañías de teléfonos móviles».