Díaz Ferrán, felicitando a Santiago Herrero el pasado marzo tras su reelección como presidente de la CEA. :: JULIO MUÑOZ. EFE
Economia

El presidente de la patronal andaluza se apunta el primero para sustituir a Díaz Ferrán

Santiago Herrero baraja su candidatura para dirigir la CEOE y se muestra contrario a que también se presente el actual responsable

SEVILLA. Actualizado: Guardar
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Sólo dos días ha tardado Santiago Herrero en anunciar algo que todo el mundo empresarial andaluz daba por hecho, su candidatura a la presidencia de la CEOE, la primera una vez que Gerardo Díaz Ferrán adelantara las elecciones. El presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) confirmó ayer que baraja su candidatura y, sin tapujos, mostró cuáles son sus cartas. Optará a la presidencia de la CEOE si cuenta con los apoyos suficientes, incluso si Díaz Ferrán vuelve a presentarse. Herrero fue claro en este sentido. Se mostró «abiertamente» en contra de que el actual presidente de la CEOE concurra a la reelección. «La solución no puede estar en el mismo problema», advirtió.

Santiago Herrero, de 63 años y nacido en Sevilla, duda de que Díaz Ferrán quiera reengancharse, pero si lo hiciera, este sería un aliciente más para él. El dirigente de los empresarios andaluces manifestó que, en este caso, las circunstancias «aconsejarían» su candidatura. Sería la segunda vez que lo intenta. Herrero ya se postuló en 2007, pero entonces no contó con respaldo suficiente. Sólo un vicepresidente le apoyó, según confesó ayer. «Existía una indicación clara de sucesión en la organización por parte del presidente que se marchaba», argumentó.

Hoy no está Cuevas y Santiago Herrero cree además que las circunstancias y el tiempo le han dado la razón sobre el modelo de organización de la CEOE que él proponía, frente a lo que se optó. En su opinión, lo que ha fallado no es que la CEOE tenga un presidente con empresas en crisis. «Eso le puede pasar a cualquiera, aunque no cualquiera en esas circunstancias puede estar al frente de la organización», sugirió. Lo que cree urgente cambiar es el modelo. Herrero apuesta por el que ha desarrollado en la CEA, donde dijo que ha hecho primar la independencia política y económica para defender los intereses de las organizaciones empresariales que representa.

No está Cuevas y él va con más cautela. Dijo que se está al principio de las conversaciones. El presidente de la CEA convocó a la prensa al medio día de ayer, después de que, desde el día anterior , recibiera numerosas llamadas del sector empresarial animándole a dar el paso. La patronal andaluza, que preside desde 2002, le apoya sin reparos. En los ambientes políticos andaluces se esperaba el anuncio. El Gobierno andaluz derrochó elogios. «Sería un excelente presidente de la CEOE», manifestó la portavoz del ejecutivo de Griñán, Mar Moreno. Igual de entusiasta se mostró el coordinador de IU, Diego Valderas. El PP fue más cauto. El 'número dos' de este partido en Andalucía, Antonio Sanz, se limitó a elogiar su trayectoria.

No son extrañas tales reacciones. Pese a su defensa de independencia política, sus buenas relaciones con la Junta de Andalucía, tanto en la época de Chaves como ahora con Griñán, no siempre han sido comprendidas por la derecha andaluza. Herrero, como su antecesor Rafael Álvarez Colunga, ya fallecido, ha mantenido una relación bastante cordial en lo institucional con los gobiernos socialistas de Andalucía. En plena crisis y pese a la abrupta relación entre la CEOE y el Gobierno de Zapatero, la CEA firmó el pasado noviembre el séptimo acuerdo de concertación con los sindicatos y el ejecutivo de Griñán. Por ello le llovieron críticas, de las que se defendió argumentando que en sus decisione siempre prima el interés de los empresarios y que en crisis era mejor un acuerdo que un desacuerdo.

Ayer volvió a hablar de ello. Frente a los que le critican su cercanía a la Junta de Andalucía, explicó que muchos saben que su vida «no se corresponde con los esquemas del PSOE». Añadió que si unos le tachan de hombre de derechas y otros de izquierdas, es que debe ser «independiente», lo mejor para la organización que preside, apostilló.

Es un gran presidente y será bueno para toda España que haga la misma labor que en Andalucía»

«El peor favor que se le puede hacer es que los partidos intervengamos»

«Podría favorecer las condiciones económicas de Andalucía»