Lituania: una muralla de jugadores jóvenes y orgullosos

En un país en el que manda el baloncesto, la selección lituana pretende enganchar a los aficionados al fútbol y empieza a ganar adeptos, pero aunque su tendencia es positiva, los pasos son demasiado cortos y la progresión excesivamente lenta. Presume de bloque, de mezcla de jóvenes y veteranos y de un orden defensivo con el que se mantiene imbatida en la fase de clasificación para la Eurocopa y líder del grupo, aunque tan sólo ha sido capaz de marcar un gol en dos partidos, el que valió para el sorprendente triunfo en la República Checa. «Es una selección que se arma muy bien atrás y que no ha recibido un gol, por lo que el partido no será fácil para nosotros», avisa Del Bosque en vísperas del enfrentamiento contra un conjunto báltico que ocupa la 42ª posición en el ranking mundial FIFA y está acostumbrada a atrincherarse atrás y jugar al contraataque.

Es una selección muy limitada y primitiva en su fútbol, pero entusiasta y dotada de un contagioso fervor patriótico desde su independencia de la Unión Soviética en 1990. Suple su falta de técnica con un coraje y un espíritu defensivo con el que ya consiguió empatar a domicilio hace años ante campeonas del mundo como Alemania e Italia.