![](/cadiz/prensa/noticias/201010/07/fotos/3476597.jpg)
Un 'Relámpago' en el mar
El barco, bautizado bajo un clima de tranquilidad debido a la nueva carga de trabajo, hereda el nombre que llevaron otros siete anteriores Navantia botó ayer en sus astilleros de San Fernando el tercer Buque de Acción Marítima encargado por Defensa
SAN FERNANDO. Actualizado: GuardarPara los trabajadores de Navantia la botadura del tercer Buque de Acción Marítima (BAM) era el principio del fin de la carga de trabajo. Las alarmas se encendían y la preocupación entre los trabajadores se expandía a una velocidad vertiginosa, hasta que hace unas semanas se anunció el encargo de un nuevo paquete de cuatro BAM que templó los nervios. Esa relajación y tranquilidad, ese alivio de saber que la tormenta pasa de largo, se notó ayer en la presentación de 'Relámpago', que finalmente no se ha convertido en un preludio de mal tiempo, sino de todo lo contrario.
Los astilleros de San Fernando fue el encargado de acoger la puesta de largo del tercer BAM construido por la factoría para la Armada española contando en esta ocasión como madrina con Rosa Mosquera, esposa del Almirante Jefe de Estado Mayor de la Armada, almirante general Manuel Rebollo García, encargada de realizar el tradicional bautizo al estallar en el barco una botella de 'Sangre y Tabajadero', vino español con el que se suelen botar los barcos de los astilleros de la Bahía de Cádiz.
Esta nave está adecuada para las nuevas misiones que tiene encomendadas la Armada y, al igual que sus antecesores, servirá para renovar la actual flota de patrulleros con fuerza de acción marítima oceánica, incorporando la tecnología de última generación en sistemas de combate, comunicaciones, mando y control, además de los equipos médicos más avanzados. Sus principales características son su reducido coste de mantenimiento, así como su alto grado de automatización (lo que hace que no precise de una gran plantilla para funcionar) y capacidad de alta permanencia en el mar.
Los buques de acción marítima ofrecen altas prestaciones, gran versatilidad en cuanto a misiones y un alto grado de compatibilidad con otros buques de la Armada. Tienen 93,90 metros de eslora, 14,20 de manga, 8.000 millas de autonomía a 15 nudos y una velocidad máxima de 20,5 nudos. Desplazan 2.575 toneladas y llevan una dotación de 35 hombres y mujeres, pudiendo embarcar otras 35 personas.
Además su nombre, 'Relámpago', tiene una amplia tradición en la Armada, tal y como destacó el presidente de Navantia Aurelio Martínez. «Este buque hoy -como ayer- cobra vida e inicia su periplo en el mar, como en su día otros de su mismo nombre lo hicieron porque este es el séptimo Relámpago que se ha construido en los últimos tiempos y el primero fue en 1750. Aunque la particularidad de este es que es el segundo que se construye en la factoría y el primero aquí en San Fernando».
No pudo el presidente dejar de hacer referencia de la importancia que este buque está significando para la empresa naval y también la oportunidad que ofrece la Armada «como escaparate y su mejor ayuda comercial sobre todo para este nuevo producto de vanguardia que está despertando el interés de diferentes flotas del mundo».
El acto fue solemne, sobrio y también breve. En esta ocasión no se había despertado tanto interés mediático ni institucional como en los dos anteriores, aunque de nuevo fue un espectáculo ver como este patrullero descendía acompañado del ruido estrepitoso de una sirena a encontrarse con el que a partir de ahora será su fiel compañera de viaje, el mar. 'Meteoro', 'Rayo' y 'Relámpago', los tres Buques de Acción Marina que por el momento completan la flota de la Armada española a la espera de que en el 2011 se finalice el último barco de este paquete, llamado 'Tornado'.