Momento en el que el presidente de Bolivia da un rodillazo a un político de la oposición en un partido amistoso. :: EFE
LA PRÓRROGA

Evo Morales patea a la oposición

El presidente boliviano solventa con un rodillazo una disputa durante un amistoso entre rivales políticos

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Alos indígenas se les supone gran flema, amabilidad y serenidad. Evo Morales , el presidente aymara de Bolivia, debe ser la excepción, al menos cuando juega al fútbol, una de sus grandes pasiones. Lo demostró el domingo pasado cuando le sacudió durante un partido un soberano rodillazo en los testículos a Daniel Cartagena, rival en el campo deportivo y político que poco antes había dado una patada al presidente en el afán de defender su portería.

Ocurrió el domingo. Había que estrenar el nuevo estadio Zapata, en el centro de La Paz, y la alcaldía optó por organizar un amistoso entre funcionarios municipales, dirigidos por Luis Revilla, del Partido Movimiento Sin Miedo (MSM), que le arrebató el ayuntamiento de la capital al oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) en las últimas elecciones, y los gubernamentales, entre los que se alineó el propio Morales , que no pierde la ocasión de vestirse de corto para saltar al césped y demostrar que los técnicos que le cerraron el paso al profesionalismo se equivocaron.

Con el honor en juego, Morales se tomó muy mal la entrada de Cartagena a los cinco minutos de haber comenzado el partido. El presidente y capitán del equipo verde del gobierno aprovechó que el árbitro paró el juego para tomarse la justicia por su mano. Con una puntería y una agilidad que no mostraban secuelas o dolor por la entrada recibida apuntó directo a la entrepierna del opositor y le golpeó con contundencia. El jugador amarillo cayó fulminado y, además, una vez repuerado, fue expulsado. No hubo castigo para Morales. Jugó todos los minutos y metió el gol del empate final a 4. Verlo para creerlo

«Totalitario y abusivo»

Por supuesto las reacciones de la oposición no se hicieron esperar. Extrapolando la actitud de Morales en el terreno deportivo al político, acusaron al mandatario de «totalitario y abusivo», además resaltar su «soberbia en la política». Cartagena todavía se oculta porque dice que había recibido amenazas de que sería detenido, aunque el Gobierno negó la existencia de una orden de captura y dijo que lo sucedido «eran cosas del fútbol».

Quizá para justificar el calentón presidencial, ayer se difundió un certificado médico que señalaba que Morales estará de baja laboral dos o tres días a causa de un «impacto violento a nivel de la cara antero interna de la pierna derecha causada por una jugada brusca de juego». Para colmo, justo cuando el Ejecutivo anuncia que rebaja la edad de jubilación de los 65 a los 58, el portavoz presidencial Iván Cepeda, en un esfuerzo sobreprotector, criticó que «en un partido de fútbol, no sería adecuado que los jóvenes lo pateen a los mayores, al margen de su condición de autoridad o no. Y si no fuese lo ideal es no jugar con violencia en ninguna parte».

No ha trascendido si Morales, de 51 años, concuerda con esa opinión.

La Prensa titula «Palacio declara lesionado a Evo Morales tras su rodillazo a un jugador», el matutino Página Siete señala «El rodillazo de Evo da la vuelta al mundo», mientras que para El Diario el «Presidente abusa de poder en el deporte y en la política».

El argumento del presidente es el siguiente. «Agarré el balón, toqué y vino un planchazo (tacos de frente). Eso no es fútbol», dijo Evo con su '10' a la espalda. Su respuesta, quedó clara, no se hizo esperar demasiado.