Las pérdidas económicas dejan en el aire el proyecto de la nueva Plaza Mayor
Una de las empresas concesionarias del aparcamiento y del edificio comercial anexo abandona su gestión por falta de rentabilidad
Actualizado: GuardarTal vez quienes apoyaron hace unos la construcción de un hotel en la Plaza Mayor -y tuvieron que abandonar la idea por la fuerte presión popular y populista de algunos-, llevaban, al final, razón.
Y es que un cúmulo de circunstancias, sobre todo la profunda crisis económica que azota en estos momentos el país, está haciendo que el edificio comercial construido en el entorno, y el aparcamiento subterráneo de la plaza, no estén funcionando ni siendo tan rentables como se esperaba de ellos.
El epílogo al fracaso de este 'megaproyecto' para revitalizar el centro urbano, que comenzó hace más de diez años con la compra de una manzana de viviendas junto al Arquillo del Reloj y la Iglesia de San Juan Bautista, ha sido la renuncia de una de las dos empresas que formaba parte de la unión temporal de empresas que lo ejecutó.
La firma Airesur ha decidido retirarse por la acumulación de pérdidas que le suponía su mantenimiento. Desde su apertura en 2009, el 'parking' no ha tenido la aceptación esperada. Fuentes de la constructora confirmaron ayer a LA VOZ que su retirada se produce «sin recibir un euro a cambio, ni especulación de ningún tipo».
Simplemente, -aseguran-, «hemos acordado con la otra empresa de la UTE, el grupo MP, que ellos sean quienes asuman la totalidad del proyecto, además de la deuda, y así nosotros podamos liberarnos de los pagos de intereses y del propio crédito». La remodelación de este privilegiado enclave chiclanero ya comenzó con mal pie. La actuación contemplaba un aparcamiento bajo tierra con capacidad para 349 vehículos y un edificio comercial de tres plantas, con una superficie de 2.590 m2, que debía dar empleo a pleno rendimiento a 180 personas.
El proyecto de nueva Plaza Mayor ilusionó a muchos, pero provocó innumerables problemas por la complejidad de las obras. Los comerciantes del entorno se vieron directamente afectados, llegaron a movilizarse e incluso alguno de ellos tuvo que cerrar su negocio.
El cambio de gobierno municipal tras las municipales de 2007 provocó nuevos retrasos y cambios en los planes de trabajo, y la polémica llegó hasta tal extremo que Airesur se negó a pagar la construcción de una subestación eléctrica para dar suministro eléctrico al inmueble.
Al final, la crisis sorprendió a la promotora en pleno despegue. Tras año y medio esperando que la situación económica mejorase, Airesur ha decidido que no tiene suficiente capacidad financiera para seguir acumulando números rojos.
Ya fuera de su gestión, fuentes de la empresa Airesur, con sede en Sevilla y que gestiona complejos comerciales en Castilleja de la Cuesta (junto a Ikea), lamentan que su proyecto fuese durante muchos meses un «arma arrojadiza» entre los sucesivos equipos de Gobierno municipales y la oposición. Este «cúmulo de circunstancias negativas» ha terminado por alejar a Airesur de la explotación del proyecto que enarboló. La empresa no cuenta en estos momentos con ninguna otra actuación prevista en la localidad de Chiclana.