Jerez

El instituto que coleccionaba periódicos

La pequeña hemeroteca del centro, una joya para la tribu educativa, está en peligro de desaparecer por la falta de espacio en el centro

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«Cuidado con la escalera... Yo ya estoy acostumbrada». La preciosa revolera del caracol marea un poco para los no iniciados. Pero prepara el cuerpo para lo que está por ver. Los muebles acristalados guardan paquetes de papel marrón, cuidadosamente sellados con fixo, que envuelven parte de la historia más reciente. Un caramelo para los discípulos de la materia, que aún juntaban cromos cuando se publicaron aquellas noticias. Octubre de 1997. Foto de primera: un guardia civil sostiene un alcoholímetro mientras el conductor sopla. Titular: 'El Gobierno aumentará la vigilancia para reducir la siniestralidad en las carreteras'.

En la pequeña estancia, dos estudiantes ajenos a los intrusos se enfrascan en explicaciones con los apuntes por delante. «Tenemos un gravísimo problema de espacio y estamos pensando en deshacernos de todo esto». Imposible. El sótano de la biblioteca del Caballero Bonald encierra una auténtica hemeroteca de periódicos y revistas de tirada provincial y nacional que se remontan a principios de los noventa. Prácticamente desde que se fundó el centro, hace veinticinco años. «Todos están catalogados. Con un sistema rudimentario, de cosecha propia, pero no demasiado difícil de entender. Nuestro objetivo no es la perfección, sino la accesibilidad para los alumnos. Pero nos gustaría digitalizarlo. Aunque eso requiere una inversión». Pese a ser la profesora de Física y Química, Carmen Jiménez se mueve como pez en el agua entre las letras. Menuda, morena y de ojos vivarachos, rehuye a hacerse la foto. «No me gusta nada». Ella es la encargada de coordinar la pequeña joya del IES de la barriada de La Asunción: su biblioteca. «Creía que sería un trabajo muy relajado y tranquilo, pero las cosas se complican cada vez más y requieren cierto bagaje profesional, una preparación».

Pioneros en la catalogación

El centro, que toma su nombre del escritor jerezano José Manuel Caballero Bonald, ha sido pionero a nivel provincial en la informatización de su biblioteca, con más de 12.000 volúmenes. Muchos de ellos, cedidos y dedicados por el octogenario autor, que mantiene un estrecho vínculo con esta comunidad educativa. «Comenzamos en 1994, con un programa propio. Después lo cambiamos por el Avies, que instauró el Ministerio de Educación y fue exportado por las comunidades autónomas. Estaba Esperanza Aguirre de ministra... Fíjate». El fondo documental se completa con unos 1.000 volúmenes de material audiovisual también en proceso de catalogación digital.

Es la hora del recreo y varios alumnos apuran el bocadillo en la puerta. Dentro no se puede comer. «Vienen sobre todo los más pequeños, atraídos por la novedad». A principio de curso, los alumnos reciben formación de usuario de biblioteca: para qué sirve, cómo es el sistema de préstamos... «Hoy no hay Internet, ¿eh?. Hija, es que hay que dosificarlo, porque no puede ser... Aunque la mayoría vienen a estudiar, a terminar la tarea...». Los préstamos, sin embargo, no le ganan la partida a las consultas. Aunque en este punto la biblioteca, todas las bibliotecas, se enfrentan a una feroz competencia con una herramienta esencial, pero cuya credibilidad está bastante sobrevalorada. «Ésta es la generación de lo audiovisual. Y hoy todo se consulta en Internet. Hasta nosotros lo hacemos. Cuando queremos saber algo, lo primero es el 'Google'. Y no nos cuestionamos que lo que leemos pueda ser incompleto, incorrecto o estar mal enfocado».

El Caballero Bonald también destaca por la organización de su Feria del Libro, que este año tendrá como línea temática los fenómenos meteorológicos. «Pero no queremos que parezca que todo se hace bien». Carmen se apresura a dejar clara su postura más crítica. «Hay años que estamos más acertados y otros menos. Pero hoy día, tienen tantas cosas alrededor, que la competencia es dura y fuerte. Y el papel de los padres es fundamental. Por mucho que hagamos nosotros, si en casa no se lo inculcan, es para nada».

Es la psicosis de segundo de Bachillerato. Así podría definirse la sensación inicial que experimentan los alumnos de último curso en todos los centros de la provincia. Manuel, Víctor, Alejandro y José Manuel tienen todos los síntomas. Apenas dos semanas de clases y ya repasan apuntes. «El comienzo no ha sido fuerte. Ha sido fortísimo. Ni punto de comparación con primero». Víctor es el más protestón. «Siempre nos están bombardeando con la Selectividad, no hay otra cosa que no sea eso».