La dirección del PP se reúne por primera vez en Barcelona

Mariano Rajoy quiere demostrar con hechos la importancia que otorga a las elecciones en Cataluña del 28 de noviembre. Además de redoblar su presencia en esa comunidad, ha decidido reunir hoy al comité ejecutivo nacional del PP en Barcelona. Es la primera vez que lo hace. El líder opositor quiere arropar todo lo posible a la presidenta de los populares catalanes, Alicia Sánchez Camacho, y mejorar los resultados de hace cuatro años.

En los comicios de 2006, el PP obtuvo 14 escaños en el Parlament y fue la cuarta fuerza en Cataluña. En las elecciones del 28 de noviembre, aspira a incrementar esa presencia en la Cámara autonómica, aunque las encuestas hasta ahora asignan a los populares igual número de escaños o uno o dos más. Lo que sí tiene al alcance es convertirse en la tercera fuerza y desbancar a Esquerra Republicana, que si nada lo remedia experimentará un serio retroceso electoral.

Rajoy quiere que su partido se convierta en imprescindible para CiU si la federación nacionalista gana, como dicen todos los sondeos, pero no logra la mayoría absoluta para que su líder, Artur Mas, pueda gobernar. Es más, Sánchez-Camacho adelantó que el PP no se va a comportar en Cataluña como en el País Vasco, donde apoyan con sus votos al 'lehendakari', el socialista Patxi López, pero no participan en el Ejecutivo. Los populares quieren carteras en el Gobierno de la Generalitat si aúpan a Mas al palacio de Sant Jordi, según avanzó su líder catalán.

El líder opositor estuvo el pasado viernes en una comida mitin en Lérida, donde dijo que las elecciones de noviembre son una «extraordinaria» oportunidad para hacer posible el cambio en Cataluña y desalojar al pacto tripartito de PSC, Esquerra e Iniciativa que ha gobernado las dos últimas legislaturas. En ese mismo acto, Rajoy dijo que su partido será garantía de «estabilidad y moderación» para que esa alternancia se produzca.