Se ha cumplido

La huelga general, inútil, anunciada hace más de dos meses, y que no va a cambiar nada, puesto que ya estaba aprobada la reforma laboral, exigida por EE UU y la UE. Huelga general, justificante de la existencia de los sindicatos tal y como los conocemos a día de hoy, huelga para seguir manteniendo cierto aroma de izquierda trasnochada, que no ofrece planteamientos transformadores, huelga reclamada por la derecha en un gesto insólito, cuyo trasfondo principal era la caída del señor Zapatero. Se ha cumplido: seguimos con los mismos parados o más, sin crear puestos de trabajo dignos, con un sistema globalizado del que el Gobierno español no es su principal valedor, pero ayuntados a un carro penoso tirado por la auténtica clase media, que paga sus impuestos, que sostiene a sus propios hijos y a los ajenos, dentro de un sistema que propicia una situación injusta, con diálogos de besugos entre empresarios y trabajadores enrocados, porque saben que cada sector va a lo suyo, sin posibilidad de cesiones, cuyos cerebros preclaros, políticos, sociólogos, economistas, no parecen ser capaces de alumbrar otra forma de sociedad: Se ha cumplido.