COSAS QUE HACER EN CÁDIZ
El que no se consuela es porque no quiere, nosotros nos consolamos porque queremos y porque ya no podremos decir que en la ciudad no hay nada que hacer. Sólo es cuestión de buscar
Actualizado: GuardarNo da para mucho la vida cultural de esta ciudad, la verdad, para qué vamos a engañarnos. Pero es la que tenemos y con la que nos conformamos. Por eso, por conformidad, porque me quedé sin entradas para el concierto de U2 en Sevilla, y porque cada cierto tiempo es saludable buscarle el punto -que, a veces, hasta se le encuentra- a la oferta gaditana, es por lo que esta semana llegué a la conclusión de que, sin edad para las meriendas y bailes de la Semana del Mayor, y sin cuerpo para el concurso de 'Lolidoll' -sí, de muñecas Lolita- del V Salón del Manga, las probabilidades de encontrar algo lúdico-festivo que hacer se reducían a secundar la huelga general -¿general?- del pasado miércoles para irme de compras a El Corte Inglés, antes de que se me adelantaran los piquetes y echaran el cierre. Vaya por Dios. Las otras opciones, que las había, pasaban por asistir a la ceremonia de bendición y jura de bandera de los nuevos miembros de la Milicia Nacional y Cuerpo de Voluntarios Distinguidos de Cádiz de 1812 que se celebrará esta tarde en el castillo de Santa Catalina y que estará amenizada por un concierto de marchas de Cádiz, o coger alguno de los autobuses que la agrupación local del PSOE pone a disposición de los que quieran asistir hoy de excursión a Sevilla para el acto de presentación de las candidaturas socialistas en Andalucía, y que estará amenizada con la presencia de Zapatero y de Griñán. Demasiado fuerte. Paso. De una cosa, y de la otra. Menos mal que, a veces, te pinchas con la aguja del pajar y hasta te alegras de que todo sea tan mediocre, porque hasta el tuerto puede llegar a ser un rey.
Aprovechando la celebración del Día Internacional del Mayor -odio, cada vez más, la corrección lingüística- la Semana del Mayor organizada por el Ayuntamiento ya se ha convertido en un clásico del otoño gaditano. Merienda y baile en el Palacio de Congresos -supongo que a eso se refieren cuando hablan de «compartir tiempo de ocio con otros mayores»-, visitas culturales y entrega de premios -merecidísimo el de este año al Centro Cultural de Mujeres San José- completan un programa que cada vez tiene más demanda en una ciudad como ésta, en la que quien no es ya «mayor», está en camino. Para los pocos que no alcanzan aún a mirar por la baranda del tiempo sin sentir vértigo, está el Salón del Manga de Cádiz que ayer inauguraba su quinta edición -una más y ya será para siempre el tradicional Salón del Manga de Cádiz-. Una cita obligada para cuantos se sienten extraños en este paraíso y que cada año cuenta con más, y más sorprendentes concursos, que van más allá del 'fotocsoplay' o del 'Lolidoll' que, al fin y al cabo, no son más que concursos de disfraces. Para este año, la asociación encargada de la organización del Salón nos ofrece el «primer concurso de Parapara, Techpara, Trapara y Dance», un certamen de bailes donde se valorará por encima de otras habilidades, el entusiasmo y la posición corporal, además de lo que, sin duda, es la adaptación más gaditana del mundo manga, 'Saber y Frikear', un concurso -complicadísimo en su estructura- de preguntas y respuestas, cuya primera prueba recibe el nombre de 'Cada friki con su tema'. No me digan que no es genial. Sobre todo, porque conozco a unos pocos que podrían hacer un papel dignísimo en el concurso.
Y como no encajo ni en lo del mayor -por poco tiempo- ni en lo de los frikis -por menos tiempo, todavía- me quedo con la cita del Festival VivAmérica -este año retransmitido a través de las más importantes redes sociales de Internet- que comenzará el lunes y que nos traerá, por mucho menos de lo que cuestan otro tipo de iniciativas «transoceánicas» un programa mucho más atractivo de lo esperado, lo que pone en evidencia que no siempre es una cuestión económica, pues por poco más de treinta y seis mil euros, tendremos nuevamente la oportunidad de acoger la extensión del Festival de Cosquín -la mano extendida de Rodolfo Moreno y su saber estar-, y de asistir -gratis- a una muestra de cine-documental y de teatro argentino más que aceptable. Eso, unido a las actuaciones de la Sonora Big Band y la de María Dolores Pradera en el Falla, completan una programación más que suficiente para no andar renegando por los rincones. Ya lo de la fiesta final en la Catedral, pues bueno, si usted no tiene otra cosa mejor que hacer un domingo por la tarde, tampoco está tan mal. Poco y barato, sí, pero atractivo.
Si el que no se consuela es porque no quiere, nosotros nos consolamos porque queremos y porque ya no podremos decir que en Cádiz no hay nada que hacer. Lo hay, sólo es cuestión de buscar. Así que ya tienen una alternativa a la procesión cívica -¿quién le pondría ese nombre?-, a la ofrenda floral que el pueblo llano -ahí sí que se nota la edad de la ciudad- realizará el jueves a la Patrona y a la procesión de por la tarde, que eso sí que gusta y convoca en Cádiz, casi tanto como el Carnaval. Que aquí, nos guste o no, las procesiones se han convertido, por derecho propio, en el termómetro que nos sirve para comprobar que la temperatura de esta ciudad, siempre está en el mismo punto. Tibio. Ni frío, ni calor.