Sociedad

'Los vikingos' 'Con faldas y a lo loco' 'Espartaco' 'El estrangulador de Boston'

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Tony es Eric, esclavo e hijo bastardo de un rey vikingo enzarzado en cruel guerra con los ingleses, que deberá luchar contra su propia sangre para salvar a su amada. Una espléndida película de aventuras y un drama de pasiones, venganzas y rivalidad familiar que parece remitir al mismísimo Shakespeare. Su desenlace enfrentará a Curtis y Kirk Douglas en un duelo apoteósico.

Desde sus primeras escenas, cuando dos músicos del montón se hacen pasar por mujeres para incorporarse a una orquesta femenina huyendo de la mafia, hasta el grandioso final en que un millonario enamorado no acepta un no por respuesta, un guión disparatado y las interpretaciones de Tony Curtis, Jack Lemmon y una explosiva Marilyn Monroe como la cándida y sexy Sugar -«¡Verdaderos diamantes! ¡Deben valer su peso en oro!»- convierten esta comedia en la obra maestra de Billy Wilder y del cine.

En esta grandiosa superproducción de Stanley Kubrick, Curtis brilla en un papel secundario, a la altura de un reparto de lujo encabezado por Kirk Douglas. La escena del baño en que Craso, interpretado por Lawrence Olivier, intenta seducir a su esclavo Antonino, encarnado por Curtis, y defiende la libertad sexual con el argumento de que tan moral es comer 'caracoles' como 'almejas', permaneció censurada hasta 1991.

La película de Richard Fleischer muestra a un Tony Curtis alejado de sus registros más conocidos para representar a un desalmado asesino de mujeres. La frialdad de la narración, que recrea unos hechos reales, refuerza su brutal interpretación.