De nuevo bajo sospecha
Actualizado: GuardarLa suspensión provisional de Alberto Contador por la Unión Ciclista Internacional (UCI) tras arrojar el deportista español un positivo en consumo de clenbuterol durante un control del último Tour de Francia es una pésima noticia. El triple vencedor de la prueba francesa dio ayer la cara y desmintió categóricamente haber ingerido la sustancia prohibida cuyo rastro en su sangre relacionó con la ingestión de carne en mal estado. Pero la sospecha de trampa ya planea sobre el mejor ciclista del mundo en activo. Precisamente por el irreparable daño que acusaciones infundadas puede ocasionar al ciclista español es preciso que tanto la Agencia Antidopaje como la UCI y la organización del Tour de Francia extremen las precauciones antes de adoptar medidas concluyentes. Otros campeones como Amstrong han sufrido campañas interesadas en arruinar su carrera con acusaciones no demostradas. La existencia de un consenso general de tolerancia cero frente al dopaje no autoriza a difundir sospechas hasta que la falta no esté plenamente acreditada. Entre tanto no queda otra opción que esperar a que los análisis complementarios restituyan la reputación a Contador.