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Moody's rebaja la nota a la deuda de España por su débil crecimiento
La agencia cree que la economía está lastrada por el sector inmobiliario, el déficit público y las mayores dificultades de financiación
MADRID. Actualizado: GuardarNo hubo milagro. La agencia de calificación Moody's, que se tomó tres meses de reflexión y análisis, también ha retirado la máxima 'nota' a la deuda española de largo plazo, sumándose a las decisiones que tiempo atrás adoptaron Fitch y Standard and Poor's. En una primera instancia, un acuerdo de este tipo encarece la financiación pública y de las empresas. Pero el mercado ya había descontado esta posibilidad, y se mostró bastante más preocupado por el devenir de las finanzas públicas irlandesas, fuertemente lastradas por las operaciones de rescate bancario.
La Bolsa española cerró en positivo, con un alza del Ibex 35 del 0,26% que sostuvo este indicador por encima de los 10.500 puntos. En septiembre, la remontada ha sido del 3,21%. La prima de riesgo país se relajó, y el diferencial de las obligaciones a diez años con el bono alemán del mismo plazo quedó por debajo de los 190 puntos básicos. También se enfrió el coste de los seguros de impago hasta situarse en un escalón inferior a los 220 puntos.
Apuntan los expertos que la decisión de Moody's ha sido la menos negativa de todas las posibles. Pasar de la triple A al nivel Aa1 significa perder la excelencia, pero el anuncio tuvo el contrapunto de que la perspectiva se ha quedado en «estable». No hay que estar a la espera de sobresaltos futuros. Los argumentos de la agencia de calificación tampoco se desmarcan de lo ya sabido: la economía española muestra unas débiles perspectivas de crecimiento económico, porque aún sigue basada en la construcción y el inmobiliario y este segmento de actividad no tiene un horizonte despejado.
De igual modo, la agencia de calificación alude a otras debilidades, como el abultado déficit de las cuentas públicas de España, lastrado por la necesidad de cubrir la protección de una elevada población en paro. También cree que su vulnerabilidad se ha acrecentado como consecuencia del mayor precio que tiene que pagar para financiarse tras la crisis financiera sufrida por una serie de países de la zona euro. Moody's aprecia la reforma laboral emprendida por el Ejecutivo, porque considera que se mueve en la dirección correcta. No obstante, sus expertos creen que los costes laborales siguen siendo demasiado elevados.
Aunque no les pilló de sorpresa, los altos cargos del Gobierno reaccionaron en cascada. La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, se mostró confiada en que la institución devolverá «cuanto antes» la calificación «que nunca nos tuvo que quitar». La vicepresidenta segunda, Elena Salgado, afirmó, en el acto de presentación de los Presupuestos Generales del Estado para 2011, que la deuda pública española sigue teniendo toda la credibilidad y garantías para los inversores.
Salgado eludió cualquier referencia al 'repaso' que el Fondo Monetario Internacional acaba de hacer de las agencias de calificación, a las que este organismo internacional acusa de hacer uso abusivo de unos «poderes desmesurados» en su evaluación de la deuda de los Estados, y se volcó en ensalzar aquellos aspectos positivos del análisis de Moody's.
Justificó, por ejemplo, que la agencia no haya modificado la calificación de la deuda a corto plazo, explicando que el proyecto de cuentas públicas presentado para el ejercicio 2011 «ayudará a seguir la senda de la consolidación fiscal». La ministra evocó además, como un elemento de confianza, el compromiso de las administraciones territoriales para contribuir a la contención del déficit publico.